
(Libertad Digital) La transmisión de Al Manar TV podría haber estado presente en las conversaciones que mantuvo Condoleezza Rice con el ministro Moratinos a Estados Unidos. Sin embargo, Libertad Digital ha seguido la trama desde su inicio, hace más o menos tres meses, cuando la oficina de comunicación de la Comunidad Judía española alertó a la empresa –de capital público español, en parte– de que a través de uno de sus canales se emitía la televisión árabe Al Manar, perteneciente al grupo terrorista libanés Hezbolah, que figura en las listas terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea.
Ante el presunto desconocimiento de la empresa, se enviaron informaciones y dossieres documentando los contenidos que emitía Al Manar, que al igual que muchos otros canales árabes –como algunas televisiones iraníes e incluso la palestina– incitan al odio contra Occidente y llaman abiertamente a la Yihad Islámica.
Sin embargo, el Gobierno no mostró excesiva preocupación hasta comprobar que la emisión de este canal por Hispasat era para toda Iberoamérica y parte de Norteamérica –Estados Unidos incluido–, y el Gobierno estadounidense estaba ya al tanto de esta nueva afrenta del gobierno español. Algunas fundaciones norteamericanas también se reunieron en recientes visitas a Madrid con miembros del Gobierno para denunciar el caso.
Creada en 1991 gracias a una licencia de televisión en el Líbano, Al Manar TV es el órgano mediático del grupo terrorista Hezbolah, creado a principios de los 80 por Irán para influir en el país y, sobre todo, actuar contra Israel. Desde entonces, Hezbolah ha asesinado a más occidentales que ningún otro grupo terrorista, con la excepción del Al-Qaeda y el 11-S. Hezbolah ha sido también responsable del sangriento atentado contra la AMIA, la mutualidad judía de Buenos Aires.
A comienzos de los 90 Hezbolah creó su propia cadena de televisión, Al-Manar, que cuenta con una media diaria de espectadores en todo el mundo que roza los 15 millones. Su programación es variada, pero cuenta con una filosofía de base simple: el odio a Occidente, a los judíos y a Norteamérica. Este hecho se puede observar en su carta de ajuste cuando algunas veces aparece una imagen de la estatua de la Libertad, bañada en sangre y sosteniendo, en lugar de la llama de la libertad, un cuchillo.
Como es costumbre en este tipo de televisiones, Al Manar llama constantemente a la Yihad y, en este caso, defiende la necesidad de atentar contra los miembros de la coalición internacional en Irak y ha solicitado que los jóvenes engrosen las filas del terror islámico. Sus imágenes de terroristas volándose voluntariamente se repiten sin cesar. Miles de musulmanes europeos y norteamericanos ven con normalidad este canal de televisión a través del satélite español Hispasat.
Al principio, Al-Manar tuvo una audiencia concentrada en el Líbano para expandirse después por todo Oriente Medio y, a partir de octubre de 2004, a nivel global a través del satélite, en este caso el de Hispasat. La solución técnica funciona de la siguiente manera. La emisión se produce gracias a la banda de emisión que Hispasat tiene alquilada a Globescat España, filial de Globescat Francia, que es quien distribuye la señal de Al Manar. De esta manera, la difusión de la ideología terrorista se podía ver en toda Ámerica.
Desde que comenzó a mediados de 2004 sus emisiones por satélite, la compañía francesa Eutelsat decidió unilateralmente cerrar sus satélites a las emisiones de Al-Manar; en diciembre de 2004, Intelsat, compañía basada en Barbados suspendió las emisiones para Norteamérica; New Skies Satellite, una compañía holandesa, hizo lo mismo en marzo de este año, al igual que TARBS, la compañía australiana usada por Hezbolah para transmitir hacia el sudeste asiático. Tan sólo tres proveedores retransmiten la señal de Al Manar.: Arabsat, una firma saudí; Nilesat, una compañía egipcia; e Hispasat.
