L D (EFE)
Los observadores internacionales que han asisitido a la consulta han reconocido el referéndum como "democrático y legítimo", a pesar de las muchas dudas vertidas en los últimos meses sobre su oportunidad en medio de una guerra cuyo final parece lejos. Calificado por sus detractores como una "farsa" para legitimar al actual Gobierno checheno pro ruso, este referéndum puede dar, según los primeros sondeos, el respaldo a los proyectos de Constitución y leyes electorales encargados de definir el estatus de Chechenia dentro de la Federación Rusa.
El jefe de la Administración provisional chechena pro rusa, Ajmed Kadírov, ha dicho: "Se han cumplido nuestras expectativas más optimistas". El ministro ruso para Chechenia, Stanislav Iliásov, ha dicho en una rueda de prensa celebrada en Grozni que "muchas cosas cambiarán" tras la celebración del referéndum, entre ellas que esta república "se incorpore al espacio legal de Rusia" tras casi una década de guerras. "La gente ha acudido a las urnas con ánimo festivo; todo el mundo quiere cambios a mejor", ha añadido.
Un total de 540.545 chechenos estaban convocados para participar en el plebiscito popular, la mayor parte en Chechenia pero también varios miles de los desplazados a repúblicas vecinas como Osetia del Norte, Ingushetia y Daguestán. También participaron cerca de 38.000 soldados y policías rusos estacionados en Chechenia para combatir a los separatistas islamistas, lo que levantó una ola de críticas por parte de grupos de derechos humanos y organismos internacionales, como la OSCE.
A pesar de sus dudas iniciales, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa finalmente envió a sus observadores al plebiscito, eso sí, tras denunciar que en Chechenia no había condiciones sociales y seguridad para la celebración de la consulta. En total participaron treinta observadores internacionales, entre ellos los representantes de la OSCE, la Liga Árabe, la Conferencia Islámica y la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Sólo la OSCE ha dicho que "tanto la organización como el propio referéndum en sí han estado muy lejos de ser ideales", aunque tuvo también palabras de esperanza.
Balian Hrair, jefe del Departamento de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, indicó a la prensa tras visitar seis colegios electorales que esta consulta "puede convertirse en un punto de arranque para cambios políticos en la república". En su comunicado conjunto, los observadores internacionales señalaron que el "referéndum tuvo lugar en condiciones muy difíciles de la política interna (chechena), con intentos de impedir que se celebrara". También subrayaron que los fallos registrados durante la jornada "fueron en su mayor parte de carácter técnico".
Los datos preliminares de los resultados del referéndum se ofrecen este lunes y los oficiales el próximo 26 de marzo. La constitución y leyes electorales de Chechenia sometidas a consulta serán aprobados si la mitad más uno de los votantes han mostrado su conformidad con el texto.
El jefe de la Administración provisional chechena pro rusa, Ajmed Kadírov, ha dicho: "Se han cumplido nuestras expectativas más optimistas". El ministro ruso para Chechenia, Stanislav Iliásov, ha dicho en una rueda de prensa celebrada en Grozni que "muchas cosas cambiarán" tras la celebración del referéndum, entre ellas que esta república "se incorpore al espacio legal de Rusia" tras casi una década de guerras. "La gente ha acudido a las urnas con ánimo festivo; todo el mundo quiere cambios a mejor", ha añadido.
Un total de 540.545 chechenos estaban convocados para participar en el plebiscito popular, la mayor parte en Chechenia pero también varios miles de los desplazados a repúblicas vecinas como Osetia del Norte, Ingushetia y Daguestán. También participaron cerca de 38.000 soldados y policías rusos estacionados en Chechenia para combatir a los separatistas islamistas, lo que levantó una ola de críticas por parte de grupos de derechos humanos y organismos internacionales, como la OSCE.
A pesar de sus dudas iniciales, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa finalmente envió a sus observadores al plebiscito, eso sí, tras denunciar que en Chechenia no había condiciones sociales y seguridad para la celebración de la consulta. En total participaron treinta observadores internacionales, entre ellos los representantes de la OSCE, la Liga Árabe, la Conferencia Islámica y la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Sólo la OSCE ha dicho que "tanto la organización como el propio referéndum en sí han estado muy lejos de ser ideales", aunque tuvo también palabras de esperanza.
Balian Hrair, jefe del Departamento de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, indicó a la prensa tras visitar seis colegios electorales que esta consulta "puede convertirse en un punto de arranque para cambios políticos en la república". En su comunicado conjunto, los observadores internacionales señalaron que el "referéndum tuvo lugar en condiciones muy difíciles de la política interna (chechena), con intentos de impedir que se celebrara". También subrayaron que los fallos registrados durante la jornada "fueron en su mayor parte de carácter técnico".
Los datos preliminares de los resultados del referéndum se ofrecen este lunes y los oficiales el próximo 26 de marzo. La constitución y leyes electorales de Chechenia sometidas a consulta serán aprobados si la mitad más uno de los votantes han mostrado su conformidad con el texto.
