L D (EFE)
La comunidad internacional tiene puesta la atención en este encuentro, en el que participarán los mandatarios estadounidense, George W. Bush; británico, Tony Blair, y español, José María Aznar, ante la expectativa de que allí se decida el desenlace de la crisis. Esta reunión pondrá punto y final a una semana cargada de negociaciones y propuestas, basadas en el proyecto de segunda resolución del Consejo que impulsaba Estados Unidos, Gran Bretaña y España.
Sin embargo, la obstinación de los países enfrentados por el texto, que al constatar que Irak no se ha desarmado allana el camino a la guerra, hizo imposible que se pudiera avanzar en la búsqueda del consenso. Una de las últimas iniciativas fue la impulsada este viernes por Chile, que quiso agrupar los intereses de los llamados hasta entonces “países indecisos”, (Chile, México, Guinea Conakry, Angola, Camerún y Pakistán), que hasta ahora no se habían decantado por ninguna de las posturas presentadas. Sin embargo, la propuesta chilena —que daba un plazo de tres semanas a Irak para cumplir con el desarme— ni siquiera llegó a ver la luz, ya que se vio rápidamente abortada por el rechazo de EEUU, aunque tampoco había convencido a la totalidad de los “indecisos”.
Esta era una de las últimas propuestas lanzadas sobre la mesa del Consejo de Seguridad, ante la incapacidad de Estados Unidos, Gran Bretaña y España de captar los nueve votos necesarios para sacar su proyecto de resolución adelante y de convencer a los miembros permanentes, Francia y Rusia, de no ejercer su poder de veto. Con anterioridad, el Reino Unido había lanzado un “globo sonda” —como lo definió el propio embajador británico, Jeremy Greenstock— con una propuesta que matizaba el proyecto de resolución, pero que tampoco convenció a nadie. En esta propuesta se fijaba un calendario de tareas concretas de desarme que Irak debía cumplir antes del próximo lunes, lo que no dejaba de ser un “ultimátum”, a ojos de Francia, Alemania, Rusia y China, los miembros del Consejo partidarios de continuar con las inspecciones de armas.
La incapacidad del Consejo de Seguridad por alcanzar el consenso, y sobre todo el rechazo a una segunda resolución sobre Irak, podría abrir la vía a un ataque armado unilateral por parte de Estados Unidos sin el respaldo de la ONU, tal y como opinan algunos observadores. Quizá en previsión de futuros acontecimientos, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió hace unos días que la legitimidad de una acción contra Irak sin el aval del Consejo de Seguridad “será ampliamente puesta en entredicho”.
Sin embargo, la obstinación de los países enfrentados por el texto, que al constatar que Irak no se ha desarmado allana el camino a la guerra, hizo imposible que se pudiera avanzar en la búsqueda del consenso. Una de las últimas iniciativas fue la impulsada este viernes por Chile, que quiso agrupar los intereses de los llamados hasta entonces “países indecisos”, (Chile, México, Guinea Conakry, Angola, Camerún y Pakistán), que hasta ahora no se habían decantado por ninguna de las posturas presentadas. Sin embargo, la propuesta chilena —que daba un plazo de tres semanas a Irak para cumplir con el desarme— ni siquiera llegó a ver la luz, ya que se vio rápidamente abortada por el rechazo de EEUU, aunque tampoco había convencido a la totalidad de los “indecisos”.
Esta era una de las últimas propuestas lanzadas sobre la mesa del Consejo de Seguridad, ante la incapacidad de Estados Unidos, Gran Bretaña y España de captar los nueve votos necesarios para sacar su proyecto de resolución adelante y de convencer a los miembros permanentes, Francia y Rusia, de no ejercer su poder de veto. Con anterioridad, el Reino Unido había lanzado un “globo sonda” —como lo definió el propio embajador británico, Jeremy Greenstock— con una propuesta que matizaba el proyecto de resolución, pero que tampoco convenció a nadie. En esta propuesta se fijaba un calendario de tareas concretas de desarme que Irak debía cumplir antes del próximo lunes, lo que no dejaba de ser un “ultimátum”, a ojos de Francia, Alemania, Rusia y China, los miembros del Consejo partidarios de continuar con las inspecciones de armas.
La incapacidad del Consejo de Seguridad por alcanzar el consenso, y sobre todo el rechazo a una segunda resolución sobre Irak, podría abrir la vía a un ataque armado unilateral por parte de Estados Unidos sin el respaldo de la ONU, tal y como opinan algunos observadores. Quizá en previsión de futuros acontecimientos, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió hace unos días que la legitimidad de una acción contra Irak sin el aval del Consejo de Seguridad “será ampliamente puesta en entredicho”.
