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¿Quiénes serían en España los 'héroes de Fukushima'?

En caso de accidente nuclear en España, ¿quiénes desempeñarían el papel de 'los 50 de Fukushima'?

Libertad Digital se ha puesto en contacto con algunos de los ingenieros que tendrían que asumir la dirección de emergencia en caso de accidente en una de las ocho plantas nucleares que tenemos en España.

Según ha podido saber LD, en caso de emergencia o accidente grave, un puñado de profesionales se quedaría a cargo de una planta nuclear en nuestro país. Un puñado de profesionales, sometidos a una formación continuada y sobre cuyos hombros recae la responsabilidad de la operación de la planta, del reactor y la turbina. Operadores a quienes se les exige, no sólo una titulación univesritaria, sino una licencia específica que exige tres años de estudios y tres exámenes a cargo del Consejo de Seguridad Nuclear. Profesionales sometidos a rigurosos controles de formación y evaluación continua durante toda su vida profesional. 

Uno de estos profesionales ha explicado a Libertad Digital que, en primer lugar en España no podría pasar algo como lo sucedido en Fukushima. "El caso no es comparable" por varias razones. Aunque ya se ha contado, la instalación más parecida a la de Fukushima en España sería la central nuclear de Garoña. Cofrentes instaló la misma tecnología aunque su diseño es mucho más moderno.

Además, en España las centrales no están diseñadas para soportar tsunamis -tampoco Fukushima-. En cambio, las plantas españolas sí están diseñadas para soportar lo que se conoce como el "seísmo base de diseño" que es el terremoto más fuerte que pudiera suceder en la zona donde se construye la central. Sobre los tsunamis, "se entiende que en el Mediterráneo no se podrían producir esos fenómenos". Por lo demás, "Vandellós es la única central en España que está en la costa y las demás instalaciones son interiores".

En cualquier caso, de suceder un accidente nuclear de gravedad en alguna de las instalaciones en España, se activarían dos planes: el Plan de Emergencia Nuclear externo y el Plan de Emergencia Nuclear interno. El primero corresponde a las autoridades locales para evacuar las zonas afectadas, del mismo modo que se ha hecho en Japón.

El segundo se diseña para cada una de las centrales de forma específica, y se repasa con asiduidad mediante simulacros.

Según las fuentes consultadas por LD, el personal necesario para hacer frente a una situación similar se reduciría a una decena de personas por reactor. En el caso de Fukushima, al tener 6 núcleos, el personal necesario asciende a una cincuentena.

Por otro lado, el protocolo de actuación que responde a la máxima de "la menor radiación posible durante el menor tiempo posible", obliga a relevar a los ingenieros y operarios que se exponen a la radiación para que no reciban exposiciones muy prolongadas. Así, en Fukushima ha sido necesario un retén más para permitir un respiro a los operarios que se han hecho cargo de las labores de contención durante estos días.

El perfil de los 'héroes' españoles

La dirección de operaciones de emergencia puede llevarse desde fuera de las instalaciones, incluso desde el Consejo de Seguridad Nuclear, pero en la central permanecería un grupo de personas con unas funciones concretas.

En la sala de control permanecería un turno, que está compuesto por cuatro personas: jefe de turno, supervisor de operaciones, operador de reactor y operador de turbina. Además de estas cuatro personas, sería necesario contar con un retén de mantenimiento, compuesto por mecánicos, electricistas y técnicos de instrumentación. Por último sería necesario contar con alguien de "PR" (protección radiológica) para que tuviese controlado y medido los niveles de radiación.

En la sala de control

Operadores de reactor y de turbina: El operador tiene un perfil de, al menos, técnico medio (ingeniero técnico industrial, de telecomunicaciones, de minas, de caminos, etc.) que ha superado el curso y las pruebas del Consejo de Seguridad Nuclear para obtener la licencia de operaciones en instalaciones nucleares.

Dicho curso implica tres años de estudio de las materias específicas indicadas por el Consejo de Seguridad Nuclear. Éste consejo es el responsable de examinar a los candidatos a la licencia. Primero han de superar un exigente examen teórico de cada una de las materias estudiadas. De superar esta primera prueba (para la que se exige una media de 8 puntos sobre 10 y no bajar de 7 en cada uno de los exámenes), el candidato es sometido a un examen práctico en el simulador del Consejo de Seguridad Nuclear (simula una sala de operaciones de una planta nuclear). Si supera esta segunda prueba, se somete a una tercera en la planta nuclear en la que vaya a desarrollar su actividad profesional.

Finalmente, una vez obtiene la licencia de operaciones se someterá a exámenes y formación continuada durante su actividad profesional varias veces al año y a cuenta del Consejo de Seguridad Nuclear. En el desempeño de su actividad profesional, tendrán que aplicar "lo que es la biblia de nuestra profesión": las especificaciones técnicas de mantenimiento de la central. De modo que, en caso de que se salgan del "camino que nos marcan las especificaciones técnicas de mantenimiento", el supervisor del Consejo de Seguridad Nuclear da parte y se aplica al operador correspondiente una sanción económica.

Supervisor de operaciones: También tiene un perfil de al menos titulado medio o técnico (ingeniero técnico industrial, de telecomunicaciones, de minas, de caminos, etc.). El supervisor de operaciones puede acceder a este puesto después de haber desempeñado las funciones de operador durante al menos cuatro o cinco años. Entonces, es propuesto por la planta para supervisor de operaciones y ha de superar uno o dos años de estudios y otros tres exámenes para obtener la licencia de supervisor de operaciones. Así, en la jerarquía de la sala de operaciones está por encima de los operadores de turbina y reactor y es el responsable de la operación de la planta. También está sometido a formación y evaluación continua a cargo del Consejo de Seguridad Nuclear.

Jefe de turno: Tras pasar por los escalones de operador y de supervisor de operaciones, está el jefe de turno, que es el máximo responsable de la central. La empresa responsable de la central es la que propone a alguno de sus supervisores para el puesto. En caso de que el supervisor que ascienda a jefe de turno tenga una formación de ingeniero técnico, por ejemplo ingeniero técnico industrial, el nombramiento de Jefe de turno implica un ascenso de la categoría profesional y el propio Consejo de Seguridad Nuclear reconoce el título de ingeniero superior.

Retén de mantenimiento

Tanto el retén de mantenimiento como los auxiliares de operación son profesionales de oficio y tienen formación técnica de grado superior, equivalente a la antigua FP2. Hablamos de los técnicos electricistas, de instrumentación o mecánicos, cuyos jefes sí que tienen una formación superior de grado medio (ingeniería técnica).

Técnico en PR (Protección Radiológica)

Tiene una titulación de licenciado medio o técnico. A su cargo están los encargados de tomar muestras que son profesionales de oficio (graduados en módulos de grado superior –antigua FP2-) que obtienen la formación específica en protección radiológica por parte de la planta y se examinan en el Consejo de Seguridad Nuclear que otorga el título.

Son los encargados de analizar la radiación en la planta, toman muestras y deciden dónde se puede trabajar, en qué compartimentos se puede o no entrar, o la cantidad de tiempo que se puede trabajar en una determinada instalación.

Los operadores y supervisores, con licencias específicas también tienen formación en protección radiológica.

Salarios

Teniendo en cuenta que el colectivo de los profesionales de plantas nucleares con licencia de operador o supervisor es muy reducido (alrededor de un centenar), y amén de la formación que se les exige y la evaluación continua a la que se les somete, cobran sueldos algo superiores a los 100.000 euros brutos al año. Son siempre a cuenta de la empresa propietaria de la central nuclear y difieren de unas plantas a otras.

En caso de accidente, todo el personal cumpliría los protocolos de seguridad propios de estas instalaciones, como por ejemplo, protegerse de las radiaciones con trajes especiales. Por otro lado, las salas de control están diseñadas para contener la radiación en el exterior y que no penetre. Incluso los accesos de refrigeración y aire acondicionado cuentan con filtros especiales para evitar que la radiación pase al interior. En caso de que fuera necesario, los técnicos que permanezcan en la sala de control pueden sobrevivir durante varios días ya que cuentan con un avituallamiento de emergencia.

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