L D (Agencias)
El presidente Fradique de Menezes, quien estaba en Nigeria cuando se produjo el golpe militar, llegó el miércoles al aeropuerto ubicado afuera de la capital, Santo Tomé. Menezes llegó procedente de Libreville en un avión de la presidencia de Nigeria y fue recibido con todos los honores. Fue escoltado por militares de la Guardia Presidencial, que no habían apoyado el golpe de Estado, y recibido en el aeropuerto por la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, Alice de Carvalho y el presidente del Parlamento, Dionisio Díaz.
Horas antes, el líder de la revuelta en Santo Tomé, el mayor Fernando Pereira, había anunciado que se llegó a un acuerdo para acabar el conflicto creado tras el golpe de Estado. Se espera una reunión del Parlamento, que debe aprobar una ley de amnistía de los militares sublevados. Además de la amnistía, los parlamentarios establecerán un compromiso para el respeto presidencial por la Constitución vigente, que se basa en la efectiva separación de poderes y la formación de un nuevo Gobierno. Los diputados también debatirán acerca de una legislación que reglamentará los recursos futuros que se obtengan de la explotación de yacimientos de petróleo, que todo indica son numerosos cerca de las costas de Santo Tomé y Príncipe. Pereira ha declarado que "fue ratificado un memorando de entendimiento y repuesto el organismo de soberanía, que es el Parlamento".
El ministro de Interior de Angola, Oswaldo Serra Van Dunen, quien encabezó la delegación de mediadores de la Comunidad Países de Lengua Portuguesa (CPLP) dijo que "probablemente se firme un acuerdo definitivo para poner fin a la crisis. Uno de los problemas que plantean los militares golpistas es que sean incluidos en las fuerzas armadas los antiguos integrantes del "Batallón Búfalo", entrenado por los surafricanos, y que participó en la guerra de Angola apoyando a la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola. El Gobierno surafricano envió a Santo Tomé una delegación encabezada por su embajador en Libreville, Samuel Moutgheti, que era una de las demandas de los golpistas.
Horas antes, el líder de la revuelta en Santo Tomé, el mayor Fernando Pereira, había anunciado que se llegó a un acuerdo para acabar el conflicto creado tras el golpe de Estado. Se espera una reunión del Parlamento, que debe aprobar una ley de amnistía de los militares sublevados. Además de la amnistía, los parlamentarios establecerán un compromiso para el respeto presidencial por la Constitución vigente, que se basa en la efectiva separación de poderes y la formación de un nuevo Gobierno. Los diputados también debatirán acerca de una legislación que reglamentará los recursos futuros que se obtengan de la explotación de yacimientos de petróleo, que todo indica son numerosos cerca de las costas de Santo Tomé y Príncipe. Pereira ha declarado que "fue ratificado un memorando de entendimiento y repuesto el organismo de soberanía, que es el Parlamento".
El ministro de Interior de Angola, Oswaldo Serra Van Dunen, quien encabezó la delegación de mediadores de la Comunidad Países de Lengua Portuguesa (CPLP) dijo que "probablemente se firme un acuerdo definitivo para poner fin a la crisis. Uno de los problemas que plantean los militares golpistas es que sean incluidos en las fuerzas armadas los antiguos integrantes del "Batallón Búfalo", entrenado por los surafricanos, y que participó en la guerra de Angola apoyando a la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola. El Gobierno surafricano envió a Santo Tomé una delegación encabezada por su embajador en Libreville, Samuel Moutgheti, que era una de las demandas de los golpistas.
