L D (EFE)
Robertson ha recordado el "drama" vivido por la organización a principios de año, cuando la perspectiva de un ataque de EEUU y el Reino Unido contra Irak dividió profundamente a la Alianza. "El drama no fue un bonito espectáculo para el mundo. Cuando la OTAN vive una crisis interna el resto del mundo está con razón nervioso y preocupado", ha dicho ante los 19 embajadores miembros del Consejo Atlántico.
Y añade: "Sobrevivimos después de haber puesto a prueba nuestra cohesión casi hasta el punto de la ruptura, pero nos reconciliamos más deprisa que otros y acudimos en defensa de Turquía después de 11 días de vacilaciones". Todo ello fue, según Robertson, "una indulgencia innecesaria, que no debería volver a repetirse nunca". El secretario general saliente había subrayado poco antes que "Estados Unidos debe seguir comprometido con Europa en su propio interés, y Europa necesita seguir conectada a la forma de pensar y actuar de la superpotencia mundial". Con cerca de los dos tercios del Producto Nacional Bruto mundial, la influencia conjunta de la Unión Europea y EEUU resulta "formidable".
El nuevo secretario general, según Robertson, deberá hacer que la cooperación estratégica entre la UE y la OTAN "funcione y dé resultados". "Hemos hecho progresos notables, pero todavía queda mucho por hacer. A mediados del año que viene tendremos 19 miembros y multitud de asuntos internacionales en común (en la UE y la OTAN). Competir entre nosotros o duplicarnos sería una traición cara e imperdonable a aquellos en cuyo nombre trabajamos", añade.
Robertson ha recordado que siempre defendió, como ministro de Defensa del Reino Unido y como secretario general de la Alianza, una "robusta identidad europea de defensa conectada a la OTAN". Pero, advierte de que, "si una nueva Europa ha de desempeñar un papel como socio influyente a nivel mundial, deberá tener una visión que se levante por encima de las cuestiones técnicas, institucionales o de procedimiento, y que conecte con la capacidad de actuar militarmente, si fuera necesario". "Los pioneros de la integración europea", asegura Robertson, "no limitaron su visión a la creación de instituciones; sabían que el proyecto sólo llegaría a las mentes y las almas de la gente si era capaz de producir resultados en la vida real de cada día". "Nuestro trabajo consiste en aprovechar esa ocasión histórica y convertir el sueño en realidad", afirma.
Y añade: "Sobrevivimos después de haber puesto a prueba nuestra cohesión casi hasta el punto de la ruptura, pero nos reconciliamos más deprisa que otros y acudimos en defensa de Turquía después de 11 días de vacilaciones". Todo ello fue, según Robertson, "una indulgencia innecesaria, que no debería volver a repetirse nunca". El secretario general saliente había subrayado poco antes que "Estados Unidos debe seguir comprometido con Europa en su propio interés, y Europa necesita seguir conectada a la forma de pensar y actuar de la superpotencia mundial". Con cerca de los dos tercios del Producto Nacional Bruto mundial, la influencia conjunta de la Unión Europea y EEUU resulta "formidable".
El nuevo secretario general, según Robertson, deberá hacer que la cooperación estratégica entre la UE y la OTAN "funcione y dé resultados". "Hemos hecho progresos notables, pero todavía queda mucho por hacer. A mediados del año que viene tendremos 19 miembros y multitud de asuntos internacionales en común (en la UE y la OTAN). Competir entre nosotros o duplicarnos sería una traición cara e imperdonable a aquellos en cuyo nombre trabajamos", añade.
Robertson ha recordado que siempre defendió, como ministro de Defensa del Reino Unido y como secretario general de la Alianza, una "robusta identidad europea de defensa conectada a la OTAN". Pero, advierte de que, "si una nueva Europa ha de desempeñar un papel como socio influyente a nivel mundial, deberá tener una visión que se levante por encima de las cuestiones técnicas, institucionales o de procedimiento, y que conecte con la capacidad de actuar militarmente, si fuera necesario". "Los pioneros de la integración europea", asegura Robertson, "no limitaron su visión a la creación de instituciones; sabían que el proyecto sólo llegaría a las mentes y las almas de la gente si era capaz de producir resultados en la vida real de cada día". "Nuestro trabajo consiste en aprovechar esa ocasión histórica y convertir el sueño en realidad", afirma.