
LD (Agencias)
El acuerdo alcanzado entre EEUU y la República Checa para la instalación de un radar que forma parte del sistema antimisiles que el Pentágono desea desplegar en países del este de Europa, ha provocado el enojo de Rusia. El presidente, Dmitri Medvedev, aseguró que en respuesta su Gobierno tomará
"ciertas medidas", aunque "sin histerias"
.
El presidente ruso apuntó que hay
"otras maneras" de garantizar la seguridad europea
y resumió su estado de ánimo respecto a este asunto con las palabras "preocupado" y "decepcionado". Las autoridades rusas ya protestaron este martes por la firma de este pacto, pero EEUU reaccionó afirmando que Moscú sólo trataba de atemorizar a sus aliados europeos, en palabras del secretario de prensa estadounidense, Geoff Morrell.
Al termino de la cumbre del G-8 que se celebra en Japón, Medvedev apuntó en una rueda de prensa que el acuerdo entre EEUU y la República Checa se adoptó sin consultar a Rusia, una de las partes afectadas.
En la ciudad nipona de Hokkaido, sede de la cumbre durante los últimos tres días, el líder ruso tuvo oportunidad de tratar la polémica instalación del sistemas antimisiles estadounidense con su homólogo, George Bush. A su juicio, el acuerdo entre EEUU y la República Checa no puede "dejar indiferente" a Rusia, ya que ese pacto implica "una nueva etapa" del escudo antimisiles que Washington desea instalar en Europa oriental.
