L D (EFE) Según reveló el pasado fin de semana un alto funcionario del Departamento de Estado, Estados Unidos dispone de "evidencias" que confirman que las tropas iraquíes utilizaron técnica militar rusa para resistir esa invasión.
Estas acusaciones ya fueron formuladas en marzo pasado, pero ahora EEUU dice tener pruebas "fehacientes" que no presentó entonces y que demostrarían que Rusia violó el embargo de armas a Irak ordenado por la ONU.
Estas acusaciones ya fueron formuladas en marzo pasado, pero ahora EEUU dice tener pruebas "fehacientes" que no presentó entonces y que demostrarían que Rusia violó el embargo de armas a Irak ordenado por la ONU.
Tales pruebas habrían sido obtenidas en el curso de la campaña bélica en Irak y demostrarían que los iraquíes usaron visores nocturnos, equipos para interferir misiles y sistemas de localización por satélite (GPS) norteamericanos, además de cohetes antitanque, todo ello de fabricación rusa. Según señaló Alioshin, las nuevas acusaciones recuerdan a las formuladas el 24 de marzo del año pasado, que ya fueron refutadas por el propio presidente ruso, Vladímir Putin, ante la falta de pruebas tangibles.
"Si es cierto que EEUU tiene esa información, no sería malo que la compartiera con nosotros", explicó el viceprimer ministro ruso, quien añadió que "sólo de esa manera se puede construir la cooperación" entre los países que se consideran amigos. Alioshin subrayó que a su Gobierno le son desconocidos los datos de los que habla el Departamento de Estado sobre la venta de armas rusas a Irak e insistió en que la comisión gubernamental rusa sobre control de las exportaciones de armas trabaja de acuerdo con los estándares internacionales.
Una fuente del Gobierno ruso citada por la agencia Itar-Tass recomendó a la prensa internacional que "preste mayor atención a los pasos dados por empresas británicas, holandesas y de otros países occidentales, entre ellos EEUU, que tenían relación directa con los suministros (de armas) a Irak". La Agencia Rusa de Armas Convencionales también insistió este lunes en que ninguna empresa de este país había violado la ley sobre tráfico ilegal de armamento.
"Estamos hartos de repetir que la Agencia Rusa de Armas Convencionales no ha suministrado armas eludiendo las normas y leyes internacionales, y menos aún a países sospechosos de promover el terrorismo", indicó un portavoz. Según el consorcio que agrupa a los principales exportadores de armas rusos, la razón que está detrás de estas acusaciones vertidas por EEUU es la "competencia desleal" que pretende ejercer la poderosa industria armamentística norteamericana.
Rusia exporta anualmente tecnología militar de última generación valorada en más de 5.000 millones de dólares. Las dos empresas rusas que están ahora en el punto de mira de EEUU son las mismas que despertaron sospechas en marzo de 2003 y que entonces ya manifestaron su rechazo a esas acusaciones. Se trata de la firma Aviakonversia de Moscú y el Grupo Constructor de Sistemas KBP de Tula, ciudad situada al sur de Moscú y donde tienen sus bases algunas de las más importantes empresas armamentísticas de Rusia.
Las dos compañías señalan que los sistemas de defensa rusos encontrados en Irak pueden haber llegado a este país a través de terceros estados, iniciales receptores de esa tecnología bélica de última generación.
