
L D (Agencias) Es la primera ocasión en la que el flamante presidente francés se enfrenta al riguroso auditorio de los jefes de la diplomacia gala para abordar en exclusiva las líneas maestras de la política exterior de Francia. Sarkozy en su estreno quiso agradar a su público y defendió la idea que viene repitiendo la diplomacia francesa desde hace tiempo: el establecimiento de un calendario para la retirada de las fuerzas extranjeras.
Francia se opuso a la intervención militar internacional que en 2003 derrocó a Sadam Husein y Nicolas Sarkozy cuatro años después reiteró ese rechazo. Sin embargo, apuntó que aunque "la historia nos haya dado la razón no nos exime de medir las consecuencias". Entre ellas, el jefe del Estado francés dijo que hay un país desmembrado en una guerra civil, el asentamiento de grupos terrorista y una economía mundial susceptible de ser influenciada por el conflicto.
En ese contexto Sarkozy propuso marginar a la organizaciones extremistas y entablar un proceso de reconciliación nacional en el que cada etnia tenga garantías de acceso a las instituciones y recursos del país.
La "perspectiva clara" de retirada de las tropas extranjeras beneficiaría al proceso y sólo a partir de ese momento la comunidad internacional "podrá actuar de modo más útil", incluida Francia, según Sarkozy.
El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, visitó Irak entre el 19 y el 21 de agosto y se entrevistó con las autoridades y con representantes de diferentes comunidades étnicas, a quienes transmitió su solidaridad y respaldo en el proceso de reconciliación.
Kouchner se vio obligado a pedir disculpas este al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, porque había cuestionado su capacidad en una entrevista con "Newsweek". Frente a la polémica, Sarkozy defendió durante su discurso al jefe de la diplomacia gala elogiándole en varias ocasiones. Recordó que a Bagdad, hace unos días, llevó un mensaje de "solidaridad y disponibilidad" a la ayuda.
Empecinamiento del ministro
Fue en declaraciones a una emisora radiofónica, cuando el jefe de la diplomacia francesa pidió disculpas por haberse "interferido" en los asuntos internos de Irak. Pero el arrepentimiento le duró bien poco pues unas horas después, en la XV conferencia de embajadores, Kouchner reiteró posible partida de Maliki. Lo hizo en medio de una valoración desu reciente visita a Bagdad, la primera de un ministro francés de Asuntos Exteriores desde la intervención de EEUU en Irak en 2003 a la que Francia se opuso.
Kouchner se refirió a la polémica suscitada por sus declaraciones y del especial enojo del primer ministro iraquí quien "quizás próximamente nos dejará". Y en un lapsus precisó que no hablaba de "Jean-Pierre Raffarin" sino del "primer ministro iraquí".
