L D (EFE) "El plazo de mi mandato como presidente de Georgia expira en abril de 2005 y no tengo la intención de dimitir antes", enfatizó Shevardnadze ante más de un centenar de periodistas en la Cancillería del Estado.
Poco antes, en un mensaje radial a la población, había advertido a "todos, también a los que intentan presentarse ante la opinión pública como una alternativa al Presidente de Georgia, de que con la fuerza, mítines o llamamientos anticonstitucionales nadie se hará con la Presidencia". Shevardnadze dijo a la prensa que las autoridades del país hacen todo lo que está en su mano para evitar una confrontación civil, "de la que al derramamiento de sangre hay un sólo paso".
Asimismo, se pronunció a favor del diálogo "con todas las fuerzas opositoras, incluidas las que se manifiestan en las calles", pues "es la única manera de que disminuya la tensión". El Presidente manifestó que no hay "ningún fundamento para anular" las elecciones parlamentarias del pasado 2 de noviembre, denunciadas como fraudulentas por la oposición y cuyos resultados definitivos, dos semanas después de los comicios, aún no han sido anunciados. Admitió, eso sí, que hubo "errores" en los listados de electores, que serán investigados por la Fiscalía y los ministerios de Seguridad e interior. La investigación, añadió Shevardnadze, "será llevada hasta el final y quienes resulten responsables, incluso si se trata de ciudadanos extranjeros, serán castigados de acuerdo con la ley".
El Presidente georgiano había declarado poco antes que los errores en el censo electoral se produjeron durante la elaboración de la versión informatizada del mismo, que fue encargada a una compañía extranjera. Adelantó que los resultados electorales serán dados a conocer en "los próximos días", tras lo cual convocará la primera sesión de la nueva legislatura. Según los datos todavía no definitivos, el escrutinio está encabezado por el movimiento oficialista Nueva Georgia, con el 20 por ciento de los votos, seguido de la formación Renacimiento del líder de la república autónoma de Adzharia, Aslán Abashidze, con el 19 por ciento. Más atrás se sitúan tres formaciones de la oposición: el Movimiento Nacional, con el 18 por ciento; el Partido Laborista, con el 12 por ciento, y el bloque Burdzhanadze-Demócratas, con poco más del 8 por ciento.
Los líderes del Movimiento Nacional, Mijaíl Saakashvili, y del bloque Burzhanadze-Democrátas, la presidenta saliente del Parlamento Nino Burdzhanadze, han exigido la dimisión de Shevardnadze y la convocatoria simultánea de comicios legislativos y presidenciales. El viernes pasado, la oposición consiguió reunir a más de veinte mil personas en un mitin de protesta celebrado frente a la sede del Legislativo.
Saakashvili ha hecho reiterados llamamientos a la ciudadanía a que se "sume a los actos de desobediencia civil, a iniciar una huelga general y paralizar el funcionamiento de los organismos públicos". "Shevardnadze está creando una crisis para salvar el pellejo, pero nosotros provocaremos una crisis para salvar al país", dijo este domingo Saakashvili, quien ha advertido de que el Presidente georgiano puede correr la misma suerte que Nicolae Ceaucescu, dictador rumano ejecutado en diciembre de 1989 tras la caída de su régimen.
