
L D (Agencias)
El hecho más notorio de la convocatoria fue la retirada de los principales partidos de oposición, que rompieron el compromiso de participación que habían adquirido con las autoridades electorales ante las delegaciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE).
La falta de altercados dejó en evidencia al régimen del golpista Hugo Chávez que, a través de su ministro del Interior, había informado sobre una trama montada por sectores de la oposición radical para que las elecciones fuesen perturbadas por la violencia.
Esa trama enlazaba, según el ministro, el boicot electoral asumido por los principales partidos opositores, con el clima de agitación que se presentó a media semana en la Universidad de los Andes (ULA) y con los buhoneros de Caracas, que asumieron posiciones reivindicativas extremas.
La parte más grave, según el régimen chavista, era la violencia implícita en la siguiente fase, que incluía explosiones en Caracas, entre el viernes y el sábado, la voladura de un oleoducto en la región noroccidental y la preparación de un atentado con víctimas, también en Caracas. Nada de eso ocurrió. Según el Ministerio del Interior, las fuerzas de seguridad lo habrían evitado.
La organización civil opositora venezolana Súmate denunció que la "doble votación" y la "coacción" han sido las principales irregularidades en las elecciones legislativas. El directivo de la organización, Alejandro Plaz, dijo en rueda de prensa que han recibido "denuncias de todas partes del país sobre la coacción para que las personas vayan a votar".
Los partidos progubernamentales venezolanos coparon los 167 escaños de la Asamblea Nacional (AN) en las elecciones legislativas, indicó el Movimiento V República (MVR), el partido del presidente Hugo Chávez. Los datos ofrecidos por el MVR no han sido confirmados por el CNE, que autorizó a los partidos y medios a divulgar resultados "siempre que no contradigan" los oficiales que, en su momento, presentará ese organismo.
La falta de altercados dejó en evidencia al régimen del golpista Hugo Chávez que, a través de su ministro del Interior, había informado sobre una trama montada por sectores de la oposición radical para que las elecciones fuesen perturbadas por la violencia.
Esa trama enlazaba, según el ministro, el boicot electoral asumido por los principales partidos opositores, con el clima de agitación que se presentó a media semana en la Universidad de los Andes (ULA) y con los buhoneros de Caracas, que asumieron posiciones reivindicativas extremas.
La parte más grave, según el régimen chavista, era la violencia implícita en la siguiente fase, que incluía explosiones en Caracas, entre el viernes y el sábado, la voladura de un oleoducto en la región noroccidental y la preparación de un atentado con víctimas, también en Caracas. Nada de eso ocurrió. Según el Ministerio del Interior, las fuerzas de seguridad lo habrían evitado.
La organización civil opositora venezolana Súmate denunció que la "doble votación" y la "coacción" han sido las principales irregularidades en las elecciones legislativas. El directivo de la organización, Alejandro Plaz, dijo en rueda de prensa que han recibido "denuncias de todas partes del país sobre la coacción para que las personas vayan a votar".
Los partidos progubernamentales venezolanos coparon los 167 escaños de la Asamblea Nacional (AN) en las elecciones legislativas, indicó el Movimiento V República (MVR), el partido del presidente Hugo Chávez. Los datos ofrecidos por el MVR no han sido confirmados por el CNE, que autorizó a los partidos y medios a divulgar resultados "siempre que no contradigan" los oficiales que, en su momento, presentará ese organismo.
