El pasado 13 de enero, RTVE retiró de su página web un capítulo de 'Españoles por el mundo' sobre Jerusalén ante la petición de la Defensora del Espectador, que había recibido 170 comunicaciones denunciando la "visión incompleta" del reportaje. El diario Público fue el principal altavoz de una serie de quejas antisemitas que acabaron provocando la retirada del espacio.
No obstante, dos semanas después, el programa volvió a aparecer en el portal de la cadena pública, lo que encendió de nuevo las iras del diario. La dirección de TVE entendió que se trataba de un programa de entretenimiento que cumplía los requisitos para su emisión en pantalla y, por tanto, su mantenimiento en la web.
El diario Público fue el principal soporte de esas feroces críticas contra la visión supuestamente "sesgada" que aportaba la edición del programa. Aprovechaban la ocasión, naturalmente, para arremeter contra Israel, lo que les reportó críticas de la embajada y del portavoz de la misma en nuestro país.
Ahora, la directora de programas y contenidos de TVE, Lola Molina, ha dicho que la cadena pública no recibió "peticiones" para excluir la zona de árabe de Jerusalén, en el Este de la ciudad, en el reportaje de 'Españoles por el Mundo' que el pasado mes de enero fue retirado y vuelto a colgar. El diario, por supuesto, ya ha reaccionado para seguir explotando la polémica.
En su participación en el programa de la Defensora del Espectador de TVE, Molina ha recordado que en su momento, una vez visionado el programa tras las quejas por "excluir" a la parte árabe de la ciudad, continuaron con la decisión de emitirlo porque se trataba de un espacio "apto para la emisión".
"No sólo no recibimos peticiones (para no incluir la zona), sino que, de hecho, la primera persona que entra en el programa nos enseña el Muro de las Lamentaciones, nos cuenta toda esa parte árabe y nos lleva al cruce de las religiones y la Mezquita. También van a Belén, tal y como lo cuenta Fray Antonio", ha defendido.
Molina ha defendido la exclusión de dos cooperantes españolas del capítulo no se debe a supuestos políticos, sino a que hacían consideraciones "que no encajaban con la filosofía" del programa: simplemente, "no contaban cómo vivían" en Jerusalén. "Además, intentamos que los cooperantes no entren en el programa porque son gente que vienen y van de los países". Todo ello desarticula las tesis del diario -que aprovechó la ocasión para exhibir su habitual antisemitismo- y la Defensora del Espectador.
La Defensora del Espectador recula
No obstante y a pesar de la decisión de TVE, la Defensora del Espectador, Elena Sánchez, ha reiterado su petición para retirar de la web el capítulo, al entender que estaba "incompleto". Pero a la vez ha defendido la posibilidad de que TVE volviese a 'subir' el reportaje, debido a que sus decisiones no son "vinculantes".
"A algunos espectadores les puede sorprender que la dirección de RTVE no atienda la solicitud de la defensora, pero hay que aclarar que no está incumpliendo ninguna normativa, puesto que no tengo capacidad para decidir los contenidos
En cualquier caso, ha insistido en que su petición no estuvo vinculada a "valoraciones políticas" y sí, en cambio, atendió a "razones profesionales". "Me pregunté si daría por bueno un reportaje en el que no hubieran aparecido españoles mostrando la huella judía o cristiana de Jerusalén y creo que tampoco hubiera sido aceptable", ha afirmado.
