L D (Agencias)
El jefe del Ejército norteamericano en Irak, general Ricardo Sánchez, ofreció en rueda de prensa un análisis detallado de la operación que acabó el martes con la vida de los dos hijos varones de Sadam Husein en Mosul. Los dos cuerpos de los hijos varones de Sadam Husein están en el aeropuerto internacional de Bagdad. Sin embargo, para los escépticos, además de las pruebas de ADN, EEUU estudia publicar las fotos de los cadáveres ya que quedaron en un estado en el que se les podía reonocer. Sánchez dijo que las pruebas fehacientes "son el siguiente paso. Estamos preparando el camino". El general se refirió sólo a los citados informes forenses y a la ayuda de "altos responsables" del antiguo régimen, cuyo nombre no desveló, a la hora de certificar la identidad de Uday y Qusay.
La operación pudo llevarse a cabo gracias al "chivatazo" de una persona que en estos momentos se encuentra bajo custodia del Ejército norteamericano y que percibirá por su colaboración 30 millonbes de dólares (15 por cada hijo) tal y como preveía la recompenda anunciada por EEUU para quien colaborara en la detención de Sadam y sus hijos. La cifra para Sadam es de 25 millones de dólares. Respecto a su identidad, aunque se desconoce, podría recaer en uno de los sirvientes de la villa donde se encontraban, aunque también se baraja la posibilidad de que sea el dueño de la casa, un jeque primo de Sadam Husein. Otro primo del dictador, exiliado, dijo este martes que la noticia tenía todos los tintes de ser veraz. Esta persona, junto a otros ex dirigentes del régimen iraquí de Sadam Husein, han colaborado en identificar los cuerpos de Uday y Qusay. Cicatrices, el no excesivo deterioro de los cuerpos y el análisis de la dentadura y rayos X han permitido la identificación de los mismos.
El general Sánchez también subrayó que la muerte de los dos vástagos de Sadam, dos de sus pilares en el poder, "será un duro mazazo" para los intentos de crear una resistencia organizada a las fuerzas ocupantes. En su pormenorizado relato del asalto a la casa de Mosul en la que se refugiaban Qusay y Uday, Sánchez reconoció que las fuerzas norteamericanas tuvieron que retirarse en su primer intento después de que los habitantes de la villa lograran herir a cuatro soldados con fuego de armas ligeras. A continuación, se solicitó el apoyo de artillería pesada y de helicópteros "Apache" para reducir a los sitiados, que acabaron siendo abatidos tras dos nuevos intentos. Sánchez no proporcionó la identidad de los otros dos fallecidos y se negó a confirmar que uno de ellos sea un hijo adolescente de Qusay.
La operación pudo llevarse a cabo gracias al "chivatazo" de una persona que en estos momentos se encuentra bajo custodia del Ejército norteamericano y que percibirá por su colaboración 30 millonbes de dólares (15 por cada hijo) tal y como preveía la recompenda anunciada por EEUU para quien colaborara en la detención de Sadam y sus hijos. La cifra para Sadam es de 25 millones de dólares. Respecto a su identidad, aunque se desconoce, podría recaer en uno de los sirvientes de la villa donde se encontraban, aunque también se baraja la posibilidad de que sea el dueño de la casa, un jeque primo de Sadam Husein. Otro primo del dictador, exiliado, dijo este martes que la noticia tenía todos los tintes de ser veraz. Esta persona, junto a otros ex dirigentes del régimen iraquí de Sadam Husein, han colaborado en identificar los cuerpos de Uday y Qusay. Cicatrices, el no excesivo deterioro de los cuerpos y el análisis de la dentadura y rayos X han permitido la identificación de los mismos.
El general Sánchez también subrayó que la muerte de los dos vástagos de Sadam, dos de sus pilares en el poder, "será un duro mazazo" para los intentos de crear una resistencia organizada a las fuerzas ocupantes. En su pormenorizado relato del asalto a la casa de Mosul en la que se refugiaban Qusay y Uday, Sánchez reconoció que las fuerzas norteamericanas tuvieron que retirarse en su primer intento después de que los habitantes de la villa lograran herir a cuatro soldados con fuego de armas ligeras. A continuación, se solicitó el apoyo de artillería pesada y de helicópteros "Apache" para reducir a los sitiados, que acabaron siendo abatidos tras dos nuevos intentos. Sánchez no proporcionó la identidad de los otros dos fallecidos y se negó a confirmar que uno de ellos sea un hijo adolescente de Qusay.
