La Presidencia del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha tachado de "inaceptables", "frívolos" y "carentes de fundamento" los ataques y críticas vertidos desde distintos frentes tras la condena contra el juez Baltasar Garzón por la que se le inhabilita durante un periodo de once años.
"Son de todo punto inaceptables los ataques tanto personales como institucionales que cuestionan de manera frívola y carente de fundamento la actuación del Tribunal Supremo", indica el alto tribunal en un comunicado.
La Presidencia –que ejerce Carlos Dívar– añade que estas opiniones deslegitiman la institución y desacreditan a sus componentes, a los que se atribuye "otras intenciones más allá de la recta e imparcial aplicación de la ley, lo que constituye un grave atentado al Estado de Derecho".
El comunicado concreta que vierte esta opinión "desde su más absoluto respeto al derecho a la crítica de las resoluciones judiciales" y agrega que la Sala responsable de la decisión, la Segunda, ha actuado "en el legítimo ejercicio de sus competencias y con absoluta independencia e imparcialidad".
Dívar recuerda que la sentencia ha contado con la unanimidad de los miembros del tribunal y recalca que la resolución pone fin "a un proceso judicial transparente y lleno de garantías".
"Conviene resaltar finalmente la función primordial que un Poder Judicial independiente desempeña en el Estado democrático y de Derecho para salvaguardar los derechos y libertades de los ciudadanos y para asegurar que la aplicación de la ley sea igual para todos", concluye el comunicado.