(Libertad Digital) Aguirre concedió recientemente una entrevista a “Euskonews y Media”. En ella, el director del archivo de los Benedictinos de Lazkao, presume de sus tesoros “literarios” que ha ido recopilando para contribuir a la historia vasca. El monje relata que su objetivo es principalmente “recopilar las informaciones clandestinas vascas de los tiempos franquistas y he reunido tesoros insospechados”. “Se trata de documentos muy importantes hoy día para el estudio de la historia de nuestro país, pero muy peligrosos para aquellos tiempos; de haberme pillado la policía con todos esos documentos, hubiera sido castigado, con toda certeza, con una sanción o una pena penitenciaria”; subraya casí premonitoriamente el benedictino y continúa, “también ahora sigo reuniendo documentos”.
Su pasión le llevó a coleccionar el periódico de los sacerdotes vascos de los años 50, Egiz, prohibido después por el obispo de Vitoria-Gasteiz, o el controvertido Zutik, de 1961, que “lo considero archivo, porque para hacer historia debemos valernos de este documento”, concluyó el monje.
Recibía periódicamente documentos internos de ETA
Según informa Efe, Aguirre recibía periódicamente los "zutabes" (boletín interno de ETA) y otros documentos de la organización terrorista, que Aguirre clasificaba e incorporaba a su archivo con la convicción de que "lo que hoy es política y es terrorismo mañana será historia", según relató una persona que trabajó en la biblioteca de Lazkao. Personas cercanas al benedictino indicaron que el propio Aguirre había expresado su temor de que la custodia de los documentos de ETA pudiera comprometerle y llevarle a ser detenido, "sobre todo después de lo que pasó con Egunkaria".
"El no sabe quién se lo manda, no tiene trato directo con nadie. Pero él lo guarda", agregaron las fuentes citadas, quienes consideraron "normal" que el nombre del benedictino haya podido aparecer en algún papel de Mikel Albisu, "Mikel Antza". "Creo que ETA es consciente de que es un buen lugar para guardar las cosas y por eso lo enviaba allí, pero no creo que él haya hablado directamente con ETA para pedirles nada", comentó este antiguo colaborador de Aguirre.
"El no sabe quién se lo manda, no tiene trato directo con nadie. Pero él lo guarda", agregaron las fuentes citadas, quienes consideraron "normal" que el nombre del benedictino haya podido aparecer en algún papel de Mikel Albisu, "Mikel Antza". "Creo que ETA es consciente de que es un buen lugar para guardar las cosas y por eso lo enviaba allí, pero no creo que él haya hablado directamente con ETA para pedirles nada", comentó este antiguo colaborador de Aguirre.
Más de 10.000 carteles políticos
En una parte de la biblioteca el archivero guarda libros antiguos de la propia colección de los benedictinos, muchos de ellos del periodo entre 1500 y 1700, mientras que en la denominada "sección vasca" figura todo "lo que se publica en el País Vasco y sobre el País Vasco, ya puede ser de política, historia o sociología. De todo". Además, conserva "más de 10.000 carteles" políticos y de organizaciones sociales relacionados con el País Vasco, desde los alusivos a ETA y HB hasta los utilizados por partidos políticos de todo signo, incluidos el PSE/EE y el PP.
En este archivo constan además documentos históricos de vascos exiliados en París o Suramérica durante la guerra civil y la dictadura de Francisco Franco. "Tiene todo. ETA le manda su revista. A él le llega y él guarda todo lo que recibe", indicaron las fuentes citadas. Se trata de un archivo considerado "único", por lo que el Gobierno Vasco ha invertido fondos en clasificar e informatizar los documentos, que el propio fraile desea que algún día pase a manos de las instituciones vascas.
En una parte de la biblioteca el archivero guarda libros antiguos de la propia colección de los benedictinos, muchos de ellos del periodo entre 1500 y 1700, mientras que en la denominada "sección vasca" figura todo "lo que se publica en el País Vasco y sobre el País Vasco, ya puede ser de política, historia o sociología. De todo". Además, conserva "más de 10.000 carteles" políticos y de organizaciones sociales relacionados con el País Vasco, desde los alusivos a ETA y HB hasta los utilizados por partidos políticos de todo signo, incluidos el PSE/EE y el PP.
En este archivo constan además documentos históricos de vascos exiliados en París o Suramérica durante la guerra civil y la dictadura de Francisco Franco. "Tiene todo. ETA le manda su revista. A él le llega y él guarda todo lo que recibe", indicaron las fuentes citadas. Se trata de un archivo considerado "único", por lo que el Gobierno Vasco ha invertido fondos en clasificar e informatizar los documentos, que el propio fraile desea que algún día pase a manos de las instituciones vascas.