L D (EFE)
José Luis Balbás, líder de Renovadores por la Base hasta su expulsión del PSOE tras la crisis de la Asamblea de Madrid, ha advertido públicamente al secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que si no se disculpa y restituye su "buen nombre" emprenderá contra él "las oportunas acciones legales". Balbás dice a Rodríguez Zapatero en una "carta abierta" publicada en el diario El Mundo que "lo único" que ha hecho en esta crisis política es "engañar, retorcer la realidad" y comportarse "como Saturno devorando a los que te hemos estado apoyando desde el primer momento".
El ex dirigente socialista considera que "en las últimas semanas se han venido realizando declaraciones caracterizadas por las sistemáticas mentiras, falsedades y difamaciones", de las que han sido "víctimas" tanto él como su familia y sus entornos social y profesional, y de las que responsabiliza como "autores intelectuales y materiales" al propio Rodríguez Zapatero, a su equipo y a la "máquina propagandística" que "trata desesperadamente" de sustentarle.
Tamayo le comunicó a Zapatero su victoria en el Congreso del PSOE
El relato de los hechos que constituye casi toda su "carta abierta" comienza con la apuesta de los Renovadores por la Base en el 35 Congreso del PSOE por "un simple diputado de provincias que lideraba un pequeño grupo denominado Nueva Vía que contaba con el apoyo del 5% del partido": José Luis Rodríguez Zapatero. También narra cómo, tras la votación en aquel Congreso, el "único apoderado" del actual secretario general socialista, Eduardo Tamayo –hoy expulsado del PSOE y diputado del Grupo Mixto de la Asamblea de Madrid–, fue el encargado de comunicar la victoria a Rodríguez Zapatero y a su mujer, a José Blanco, a Álvaro Cuesta y al propio Balbás, que habían salido a comer entretanto. Balbás recuerda a Zapatero la secuencia de los hechos: "En ese momento, te levantas de la mesa y me abrazas, me das las gracias y afirmas que nunca me arrepentiré. Horas más tarde nos aseguras que nunca harías nada en Madrid sin contar con nosotros".
A continuación cuenta el "acuerdo de caballeros" alcanzado en el despacho de Zapatero el 12 de marzo de 2002, "ratificado en el despacho de Pepe Blanco al día siguiente y en presencia de Rafael Simancas", para que "las listas y la asignación de responsabilidades" se hagan en relación proporcional a los resultados del IX Congreso de la FSM. Asegura que a ese acuerdo siguió el compromiso "incumplido" de que "no habrá presencia de los distintos clanes inmobiliarios que nosotros entendemos que operan en el entorno de Rafael Simancas, y que son un secreto a voces entre la militancia". Por último, se reafirma además en la corrección de sus actividades profesionales y empresariales privadas y en que la supuesta trama inmobiliaria "no existe", mientras que "sólo ha aparecido documentada en los medios de comunicación con la firma de Rafael Simancas".
El ex dirigente socialista considera que "en las últimas semanas se han venido realizando declaraciones caracterizadas por las sistemáticas mentiras, falsedades y difamaciones", de las que han sido "víctimas" tanto él como su familia y sus entornos social y profesional, y de las que responsabiliza como "autores intelectuales y materiales" al propio Rodríguez Zapatero, a su equipo y a la "máquina propagandística" que "trata desesperadamente" de sustentarle.
Tamayo le comunicó a Zapatero su victoria en el Congreso del PSOE
El relato de los hechos que constituye casi toda su "carta abierta" comienza con la apuesta de los Renovadores por la Base en el 35 Congreso del PSOE por "un simple diputado de provincias que lideraba un pequeño grupo denominado Nueva Vía que contaba con el apoyo del 5% del partido": José Luis Rodríguez Zapatero. También narra cómo, tras la votación en aquel Congreso, el "único apoderado" del actual secretario general socialista, Eduardo Tamayo –hoy expulsado del PSOE y diputado del Grupo Mixto de la Asamblea de Madrid–, fue el encargado de comunicar la victoria a Rodríguez Zapatero y a su mujer, a José Blanco, a Álvaro Cuesta y al propio Balbás, que habían salido a comer entretanto. Balbás recuerda a Zapatero la secuencia de los hechos: "En ese momento, te levantas de la mesa y me abrazas, me das las gracias y afirmas que nunca me arrepentiré. Horas más tarde nos aseguras que nunca harías nada en Madrid sin contar con nosotros".
A continuación cuenta el "acuerdo de caballeros" alcanzado en el despacho de Zapatero el 12 de marzo de 2002, "ratificado en el despacho de Pepe Blanco al día siguiente y en presencia de Rafael Simancas", para que "las listas y la asignación de responsabilidades" se hagan en relación proporcional a los resultados del IX Congreso de la FSM. Asegura que a ese acuerdo siguió el compromiso "incumplido" de que "no habrá presencia de los distintos clanes inmobiliarios que nosotros entendemos que operan en el entorno de Rafael Simancas, y que son un secreto a voces entre la militancia". Por último, se reafirma además en la corrección de sus actividades profesionales y empresariales privadas y en que la supuesta trama inmobiliaria "no existe", mientras que "sólo ha aparecido documentada en los medios de comunicación con la firma de Rafael Simancas".