El cabecilla de la trama corrupta Gürtel, Francisco Correa, asegura en las conversaciones con sus socios recogidas en el sumario que tiene las pruebas de "todas las guarrerías que han hecho en la Comunidad de Madrid, todo lo que se ha facturado de más".
Según las transcripciones de las escuchas realizadas en 2008, durante una reunión en las oficinas de la calle Serrano, 40, su número dos Pablo Crespo y él mismo explican al abogado y ex concejal de Majadahonda José Luis Peñas, su disposición a chantajear al ex consejero Alberto López Viejo para conseguir que les pague un millón de euros que, según aseguran, les debe por trabajos realizados para la Comunidad de Madrid.
Así, Correa explica a su socio que tiene "una información" y que tienen que estudiar si van "para adelante o no". Para ello, asegura tener "todas las guarrerías que han hecho en la Comunidad de Madrid, todo lo que se ha facturado de más", porque está "hasta los huevos de que abusen de él".
"A cada acto que hacíamos de la Comunidad de Madrid, se llevaba una pasta Alberto, (...) Aquí un kilo, aquí tal,... Alberto está pringado aquí con nosotros, ahora que ella se ha ido", indica, aparentemente, respecto a Isabel Jordán, apoderada de dos de las empresas más activas de la trama y también imputada en el caso.
Correa le explica a Peñas que quiere abandonar el negocio en la Comunidad. "Yo me quiero salir de la Comunidad, cortar con todo lo relacionado con ella y con Alberto López Viejo, que nos debe un millón de euros, de actos con la Comunidad", señala.
De este modo, explica que tiene "todos los actos de la Comunidad de Madrid, relacionados por días, por empresas, por cada empresa", que no superan "la facturación de dos millones de pesetas porque si no, es un concurso público, un fregado". "Todo demostrado. Todo constatado", insiste.
Los cabecillas de la trama citan entonces a la presidenta de la Comunidad. "Todos son actos de ella", dice Correa, a lo que le contesta Peñas "que además es que no para, la tía". "Todos los actos son todos chorizadas, todos", insiste el jefe de la red, en una conversación en la que Peñas subraya: "en todos se lleva el Albertito". "Todos durante dos años, en todos se lleva ahí su ganchito", insiste.
En estas conversaciones, Peñas les expone que es importante que estudien bien la vía de sacar a la luz la situación "para que no salpique" a ninguna de las empresas de la red. Crespo responde que no, porque ellos han facturado así cada vez que hacían un acto porque "les decían que dividieran la facturación". Peñas dice entonces que se "acuerda perfectamente de que en las últimas elecciones incluso se hicieron actos", que luego los pagaron "las consejerías".
Correa lamenta también que les han hecho "crear empresas". "Yo qué coño sé de derecho administrativo, si un cliente me dice que cree una empresa, yo la creo, ¿dónde está mi problema aquí?", se pregunta. Peñas se interesa entonces por saber qué vía prefieren ir en la estrategia de destapar los negocios turbios, "si política, medios de comunicación o vía judicial", a lo que Correa apunta que también existe la posibilidad de "pactar antes con ellos".
"Por supuesto, eso es lo primero pero ¿con Esperanza? Es muy difícil. Ya lo sabes. Es muy difícil. O tenerlo preparado y decirle a Alberto: 'Oye Albertito, ven aquí, chaval, paga la pasta, que estoy hasta los cojones. No sé a quién me llevo por delante, si a ti, o a la otra, pero yo quiero mi pasta'", señala Peñas.
Correa informa a su interlocutor de que si cobra, le pagará "una pasta", por lo que éste acepta, aunque vuelve a preguntar si no les importa "que filtre, si no tienen ninguna implicación con ninguna de las empresas".
Crespo, que insiste en que eso es lo que hay que estudiar, apunta que no van a "volver a trabajar con la Comunidad de Madrid", pues les ha ocurrido como en el pasado con el PP de Madrid. "Hasta que no pusimos los huevos encima de la mesa, no cobramos". Los tres hombres barajan la posibilidad de que sus enemigos vayan a intentar implicarles a ellos, y proponen "desviar el tema hacia Isabel", de nuevo Jordán, que había salido del entramado acusada de usar tarjetas de las empresas para gastos personales.
Mientras diseñan la estrategia, Peñas preguntar si "todo esto depende de Alberto", a lo que Crespo le responde: "No, depende de muchas consejerías, pero el organizador de todo es Alberto", que "sigue siendo íntimo de Alfonso Bosh. "Si hay que tirar para adelante, igual que tiramos adelante con lo del Partido, tiramos para adelante con la Comunidad", insisten los otros, al tiempo que recuerdan que el sistema era hacer contratos que no pasaran de doce mil euros, de modo se hacían fraccionamientos, de hasta siete veces en un solo mes.
"Actos de cien mil euros había pocos, pero actos de 20.000 ó 30.000 euros había muchos, y para un acto de 30.000 había que hacer cuatro facturas, la señora estaba todo el día en hospitales, en Metros,...", explica.
Crespo apunta que "la oposición ha estado durante cuatro años persiguiendo", pero "no han sido capaces de verlo" porque "se pierde todo en la maraña administrativa". "No son capaces de llegar, no son metódicos y ¿Por qué? porque tienen que investigar. 'Dígame usted cuánto se ha gastado la Consejería de tal en luz y sonido durante este año, pregunta en el Parlamento... e igual que esa tienen que hacer doscientas: cuánto se han gastado en cartelería, en diseño... y de ahí sacarían todo. Pero ellos no tienen capacidad para consultarla, se dan si la piden en una pregunta parlamentaria y tardan desde que la piden hasta que se la dan cuatro u ocho meses", explica respecto al sistema de control parlamentario de la oposición.
Peñas apunta que además "las facturas no se dan", sino que se facilitan "las cuentas generales" y ello equivale a mucha documentación. "En el Ayuntamiento de Majadahonda eran 18 tomos, imagínate la Comunidad de Madrid", indica Peñas. "Igual son 180 o 1.800", apostilla Crespo. Peñas, "encantado" les apunta que a él estas cosas le "vuelven loco", dice que se tira "siete noches seguidas, como los vampiros, lo que haga falta", para encontrar las pruebas.