
L D (Europa Press) En opinión del comisionado, este informe demuestra que el Ministerio del Interior "no está realizando una investigación rigurosa y transparente" de lo sucedido y se limita a la publicación "sesgada" de informes policiales.Para el Comisionado del Grupo Popular "resulta sorprendente que últimamente se produzcan filtraciones de documentos que, en teoría están sujetos a secreto de sumario y que esas filtraciones proceden, sin duda, del Ministerio del Interior". Precisó que se estaba refiriendo a los informes en los que se descarta la cooperación islamistas y etarras, que han aparecido este fin de semana, pero que aportan más datos sobre estas relaciones.
Según Del Burgo, la "única y exclusiva finalidad" de Interior es "destruir ante la opinión pública la idea de la posible conexión entre etarras e islamistas". "Una conexión, precisó, que nosotros no afirmamos, sino que lo único que decimos es que con los datos que hay debería haber una investigación veraz, rigurosa y transparente". "Ahora, parece que tales relaciones existen", exclamó y añadió que según ese informe, además, hay otros presos islamistas que han podido establecer relaciones estrechas con etarras y también con los grapo.
Las únicas relaciones observadas son la anotación de direcciones
Señala que en el citado documento "a continuación se añade que de las investigaciones realizadas, las únicas relaciones observadas consisten en la anotación de direcciones entre individuos que han coincidido en el mismo módulo o centro penitenciario, pero que se descarta cualquier tipo de actuación de otra índole, porque, como existe control de correspondencia no se tiene conocimiento de que se hayan carteado entre ellos, tras su separación". Sin embargo, Del Burgo sostiene que las relaciones de Benesmail demuestran que se puede organizar un atentado desde la cárcel. Así, recordó que el juez Garzón imputa a Abdelkrim Benesmail, preso en la cárcel de Villabona desde finales de 2001, donde coincidió con Antonio Toro y con Rafá Zouhier, la dirección de la célula terrorista que pretendía volar la Audiencia Nacional.
Añade que la publicación de este informe ha permitido, además, saber que Benesmail tenía "no sólo las direcciones de dos etarras, sino de otros dos". "Esto significa que las informaciones que se han publicado en las que se decía que Benesmail tenía una amistad íntima con miembros de la banda terrorista ETA son ciertas", apuntó, al tiempo que añadía que "otro elemento interesante" del informe es que Benesmail era lector del Gara.
También recuerda que Benesmail "pasa por ser el lugarteniente de Lamari, el séptimo suicida de Leganés". "Pues bien --asegura--, eso demuestra que desde la cárcel y aunque no se haya constatado ninguna actividad delictiva por parte de los funcionarios de prisiones, se puede organizar un atentado terrorista". En consecuencia, considera que "descartar, como se hace, tan radicalmente la idea de una posible colaboración entre etarras e islamistas no es una conclusión fruto de una investigación objetiva".
Vínculos ETA- islámicos
Para argumentar sus afirmaciones, Del Burgo explicó que "los informes policiales no se pueden considerar dogmas de fe, a veces aciertan y otras no". Así puso como ejemplo otros informes policiales que ya obran en poder de la Comisión, apuntan que hubo una "brigada de Euskal Herria integrada por 25 militantes de ETA en Bagdad en los momentos anteriores a la caída del dictador iraquí".
Sin embargo, recordó que Interior había desmentido, a petición de la Comisión, que hubiera habido etarras entrenándose en Afganistán y que estos hubieran podido concretar la compra de misiles tierra-aire tipo SAM. "Pues bien, apuntó, tan sólo 15 días más tarde, como consecuencia de la detención de Mikel Antza, la policía francesa encuentra un arsenal de ETA donde aparecen casualmente dos misiles tierra-aire de fabricación soviética SAM". La conclusión de Del Burgo es que "si la segunda parte de la noticia sobre la que se le preguntaba a Interior es cierta, por qué no puede ser cierta la primera".
