L D (EFE)
La Guardia Civil comprobó que las cartas eran similares a las utilizadas por la banda terrorista y que en ellas se indicaban las condiciones en las que debía efectuarse la entrega del dinero exigido (billetes de 50 euros de series no correlativas). Además, se establecía el modo para volver a contactar con el remitente y concretar la forma de pago. Según la Guardia Civil, en las cartas se apuntaba a las víctimas que su vida y la de su familia estaban gravemente amenazadas y que sus bienes y pertenencias permanecerían vigilados hasta que el pago se hiciese efectivo.
En caso de no cumplir sus condiciones o poner los hechos en conocimiento de la Policía, se advertía de que pasarían a ser objetivo de la banda terrorista. Las investigaciones permitieron constatar que las cartas tenían similitudes con las confeccionadas por ETA aunque también había aspectos que las diferenciaban, por lo que se sospechó que el autor podría pertenecer al entorno de sus propias víctimas. De esta forma, los agentes consiguieron identificar al extorsionador y se estableció un dispositivo especial para su localización y detención.
El operativo de detención se diseñó después de que el autor de las cartas contactara telefónicamente en varias ocasiones con las víctimas para indicar el lugar donde debería efectuarse el pago. La ubicación elegida fue un punto del término municipal de San Juan, donde la víctima, siguiendo las instrucciones dictadas por el detenido, depositó una bolsa que contenía el dinero. En ese momento se procedió al arresto, aunque antes de lograrlo éste pretendió huir con el dinero en un vehículo e intentó atropellar a uno de los agentes que formaban parte del dispositivo.
Posteriormente se practicaron dos registros domiciliarios en sendas localidades de la provincia de Alicante, en los que se incautó un distorsionador de voz, abundante material informático y tres armas de fuego, así como material y útiles para la falsificación de documentos. Una de las armas decomisadas figuraba como inutilizada y el extorsionador la había preparado para ser usado en la comisión de delitos. El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado su ingreso en prisión, mientras que la operación se mantiene abierta y no se descartan nuevos arrestos.
En caso de no cumplir sus condiciones o poner los hechos en conocimiento de la Policía, se advertía de que pasarían a ser objetivo de la banda terrorista. Las investigaciones permitieron constatar que las cartas tenían similitudes con las confeccionadas por ETA aunque también había aspectos que las diferenciaban, por lo que se sospechó que el autor podría pertenecer al entorno de sus propias víctimas. De esta forma, los agentes consiguieron identificar al extorsionador y se estableció un dispositivo especial para su localización y detención.
El operativo de detención se diseñó después de que el autor de las cartas contactara telefónicamente en varias ocasiones con las víctimas para indicar el lugar donde debería efectuarse el pago. La ubicación elegida fue un punto del término municipal de San Juan, donde la víctima, siguiendo las instrucciones dictadas por el detenido, depositó una bolsa que contenía el dinero. En ese momento se procedió al arresto, aunque antes de lograrlo éste pretendió huir con el dinero en un vehículo e intentó atropellar a uno de los agentes que formaban parte del dispositivo.
Posteriormente se practicaron dos registros domiciliarios en sendas localidades de la provincia de Alicante, en los que se incautó un distorsionador de voz, abundante material informático y tres armas de fuego, así como material y útiles para la falsificación de documentos. Una de las armas decomisadas figuraba como inutilizada y el extorsionador la había preparado para ser usado en la comisión de delitos. El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado su ingreso en prisión, mientras que la operación se mantiene abierta y no se descartan nuevos arrestos.
