Además de la Constitución Española de 1978 son varios los documentos necesarios para comprender la etapa que quiere abrir el Gobierno del PSOE en la lucha contra el terrorismo. Desde el Estatuto de Autonomía del País Vasco, conocido como estatuto de Guernica, a su contrario, el Pacto de Estella, en el que las fuerzas nacionalistas pactaron con la estructura política de ETA, el terrorismo etarra y el nacionalismo radical han marcado la política vasca y nacional. Incluimos como documento la tregua-trampa decretada por ETA antes de que el Gobierno del PP decidiera establecer contactos con la banda. Después, el Pacto Antiterrorista firmado por el Gobierno Aznar, el Partido Popular y el PSOE estableció unas pretendidas bases sobre las que articular la lucha antiterrorista en el terreno político. Su Preámbulo dejaba claro que sin renunciar a los principios de Estella, el pacto con los nacionalistas quedaba vetado. El siguiente gran paso fue la Ley de Partidos y, en concreto, la ilegalización del brazo político de ETA cualquiera que fuera su nombre. Por primera vez, se consiguió que los terroristas no fueran una opción que se pudiera votar ni financiar. ETA empezaba a asfixiarse. Pero el PNV lanzó la apuesta conocida como Plan Ibarretxe, en otras palabras, la independencia con serios ataques a Navarra y el sur de Francia.
Información del Ministerio del Interior.