L D (Agencias)
El documento intervenido a
Kantauri
tras su detención el 9 de marzo de 1999 en París, un texto mecanografiado por ordenador en euskera, recoge en su apartado denominado “Área de Comunicación” la propuesta a los responsables de diario. El escrito, según informa la agencia
Europa Press
, sostiene que “se hablará de nuevo con Egunkaria para convencerles que entren con nosotros. Ellos quieren hacer su propio centro”, y agrega que “veían bien el venir con nosotros, pero tenían miedo (que quizás se pringarían). Ahora un segundo intento”.
El juez Juan del Olmo se refiere a este documento en el auto sobre la clausura del diario, prorrogada seis meses. El escrito, que fue hallado en la vivienda de la localidad gala de Saint Andre de Seignaux que utilizó el dirigente etarra, aborda la posibilidad de reunir “todos los periódicos locales pequeños editados “en Iparralde”, en una única publicación”. Además, establece una serie de cautelas para acometer el proyecto, que dice “se ve bien, pero cuidado, con tiempo, sin prisa, sin violentarnos, de cara a largo-medio plazo, poco a poco”.
También refleja el interés de los etarras por llegar a algún tipo de colaboración con “medios españoles y cipayos” para adoptar “posturas intermedias, no muy cerrada”. Para la consecución del “proyecto de comunicación”, los dirigentes etarras se proponen la creación de “un centro de impresión para publicar cualquier cosa, periódicos, libros, carteles , pegatinas. Y no solamente relacionado con la política, sino también con el mundo de la cultura”. También señala que “por nuestra parte está muy claro”, pero advierte del “problema” que supondría dar de lado a las imprentas de su “total confianza” que han estado haciendo cosas a nuestro favor.
El juez Juan del Olmo se refiere a este documento en el auto sobre la clausura del diario, prorrogada seis meses. El escrito, que fue hallado en la vivienda de la localidad gala de Saint Andre de Seignaux que utilizó el dirigente etarra, aborda la posibilidad de reunir “todos los periódicos locales pequeños editados “en Iparralde”, en una única publicación”. Además, establece una serie de cautelas para acometer el proyecto, que dice “se ve bien, pero cuidado, con tiempo, sin prisa, sin violentarnos, de cara a largo-medio plazo, poco a poco”.
También refleja el interés de los etarras por llegar a algún tipo de colaboración con “medios españoles y cipayos” para adoptar “posturas intermedias, no muy cerrada”. Para la consecución del “proyecto de comunicación”, los dirigentes etarras se proponen la creación de “un centro de impresión para publicar cualquier cosa, periódicos, libros, carteles , pegatinas. Y no solamente relacionado con la política, sino también con el mundo de la cultura”. También señala que “por nuestra parte está muy claro”, pero advierte del “problema” que supondría dar de lado a las imprentas de su “total confianza” que han estado haciendo cosas a nuestro favor.
