
(Libertad Digital) ETA aprovechó la tregua entre septiembre de 1998 y diciembre de 1999 para fortalecerse. Entonces sufría el acoso policial por parte del Gobierno de Aznar, así como el político por parte de los partidos y el social a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco, del que se acaban de cumplir diez años. La banda vivía entonces uno de sus peores momentos, y recurrió a ofrecer una tregua para darse tiempo a rearmarse.
Los antecedentes de 1999
Y así lo hizo. Según recuerda este lunes el diario La Razón, ETA organizó varios grupo, como el "Erraira", que llevaría su actividad criminal a Andalucía. En enero de 2000 la policía desarticuló el grupo "Vizcaya". Uno de sus miembros traspasó la frontera en septiembre de 1999 y entró en España para empezar a cometer atentados. En junio de 1999 se creó el grupo "Trotto", que actuaba en Guipúzcoa, pero que realizaría atentados criminales en otras provincias, como Huesca. En aquellos meses el grupo "Ituren" recabó datos sobre el socialista Fernando Buesa (le acabaron matando junto a su escolta) y el grupo "Burohauste" comenzó a operar en mayo de ese año.
Esta forma de actuar tiene varios paralelismos con lo descubierto recientemente por la Policía. Han vuelto a crear un grupo "Andalucía", como se pudo comprobar cuando la Policía intervino una furgoneta en Ayamonte. Contaba con material para cometer atentados. El diciembre pasado la Ertzaintza localizó varios zulos en Atxondo (Vizcaya) con explosivos y detonantes, y el pasado 28 de marzo la Guardia Civil desarticuló el grupo "Urederra", que actúa en Guipúzcoa.
"Práctica certeza" de que ha organizado el grupo " Madrid"
Estos paralelismos hacen pensar que la banda ha intentado crear de nuevo el grupo "Madrid". El atentado de la T-4 de Barajas lo cometió una "célula itinerante", según recoge el diario La Razón. Pero la repercusión mediática de un atentado en la capital podría llevar a la banda a crear un grupo permanente.
A todo lo anterior, los analistas suman que los documentos recientemente requisados a la banda en Francia apuntan que había cuatro puntos en los alrededores de Madrid que estaban marcados para la entrega de material. Además, apuntan a que hay varios miembros de ETA no fichados que han abandonado recientemente, y sin una causa aparente, el País Vasco. Creen que podrían haberse desplazado a la capital. Por todo ello, hablan de la "práctica certeza" de que ETA esté organizando una célula criminal en Madrid.
