
L D (Europa Press) En una comparecencia ante los medios de comunicación, Josu Jon Imaz destacó que, "a lo largo de los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre", los representantes de Batasuna han dicho "217.000 veces a que el proceso está quebrado, que no hay proceso, que el proceso está suspendido". "Pone ETA una bomba de 500 o no sé cuántos kilos, mata a dos personas, y el proceso está más vivo que nunca. ¿Pero nos hemos vuelto todos locos o qué?", se preguntó.
Tras eludir "la discusión semántica" sobre "si el proceso está roto, quebrado o suspendido", afirmó que, en la actualidad, no se dan las condiciones previstas en la resolución del Congreso para que se dé una solución dialogada, ni tampoco "las bases necesarias para un diálogo político conducente a un diálogo multipartito".
"Si mañana saliese Batasuna condenando y reprobando el atentado del pasado 30 de diciembre, diciendo que la vida humana está por encima de todo y no sé cuántas cosas más, el escenario sería completamente diferente, pero hoy en día es el que es", aseveró.
Tras rechazar la recuperación del pacto antiterrorista, dijo que el PNV no permitirá que ETA "dinamite la confianza y el diálogo que ha surgido entre las formaciones políticas que avalamos este proceso desde convicciones firmes contra la violencia".
Por ello, reclamó a Batasuna "que tenga autonomía política, que tenga capacidad política de dar respuesta ante la barbaridad y la tragedia del pasado día 30 de diciembre y que, realmente, esa aparente fiereza que demuestra muchas veces en sus manifestaciones no la convierta en la docilidad y la sumisión en la que se ha convertido a partir del atentado del día 30".
En este sentido, le instó a que "hable, que levante la voz porque, entonces, realmente habrá condiciones para ir definiendo también con Batasuna un horizonte de convivencia para este país". "Pero tiene que alzar la voz, tiene que dar una respuesta de condena al atentado, en definitiva, autonomía política de la propia Batasuna", señaló.
Imaz dijo que su partido no renuncia a hablar con Batasuna. "Si tengo que bajar al infierno a hablar con el diablo, lo voy a seguir haciendo, si eso es importante para que en este país vayamos solucionando los problemas y tejiendo el futuro de paz y convivencia. Eso lo digo con toda claridad", añadió.
No obstante, precisó que el diálogo político "con Batasuna no puede estar, en estos momentos, dirigido a hablar de calendarios, metodología o condiciones de bases políticas para un diálogo multipartito".

