L D (EFE)
En su escrito, el fiscal recuerda que, tras la detención de los españoles Juan Miguel Illarramendi y José Cándido Sagarzazu y del francés Claude Recart, "en un refugio clandestino que tenían", se intervinieron armas, documentos de identidad con nombres españoles, teléfonos móviles, materiales para la sustracción de vehículos, explosivos y "gran cantidad de documentación interna de ETA". Por ello, la Fiscalía ha denunciado los hechos ante el juez y solicitado que curse una petición de ayuda judicial a la magistrada antiterrorista gala Laurence Le Vert "con objeto de obtener elementos de investigación y posible inculpación, tanto para el procedimiento que en este mismo momento se interesa se abra como para otras causas que ya se siguen en España".
Además, pide que se incoen diligencias previas contra los arrestados por delitos de pertenencia a banda terrorista, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos y falsificación de documentos. El ministerio público ha tomado esta iniciativa al entender que, "en la medida que los hechos hayan sido cometidos por ciudadanos españoles, los Juzgados Centrales de Instrucción tienen competencia para perseguir los hechos delictivos cometidos por españoles en el extranjero". Sagarzazu, Illarramendi y Recart se dedicaban a proporcionar los explosivos, vehículos y material para que los comandos de ETA cometieran atentados, según dijo el ministro del Interior, Angel Acebes, tras las detenciones. En el registro practicado tras los arrestos, las Fuerzas de Seguridad francesas hallaron dos cartas-bomba y 448 kilos de clorato sódico con los que se podía haber fabricado explosivo para preparar una veintena de coches-bomba.
Sagarzazu Gómez, de 28 años, cuenta con números antecedentes por terrorismo urbano y, según Interior, fue detenido en 1996 por este tipo de acciones y, tres años más tarde, en 1999, por formar parte de un comando legal de apoyo al denominado "comando Donosti". También fue concejal de Euskal Herritarrok en la localidad guipuzcoana de Itsasondo y en la actualidad pesaba sobre él una orden de búsqueda y detención dictada por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Mientras, Illarramendi Zabaleta, de 36 años, es "un veterano" miembro de ETA y huyó a comienzos de los años noventa a Hispanoamérica, donde residió en varios países, el último de ellos en México, desde donde regresó a Francia, en 1999, para integrarse en la estructura logística de ETA.
Además, pide que se incoen diligencias previas contra los arrestados por delitos de pertenencia a banda terrorista, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos y falsificación de documentos. El ministerio público ha tomado esta iniciativa al entender que, "en la medida que los hechos hayan sido cometidos por ciudadanos españoles, los Juzgados Centrales de Instrucción tienen competencia para perseguir los hechos delictivos cometidos por españoles en el extranjero". Sagarzazu, Illarramendi y Recart se dedicaban a proporcionar los explosivos, vehículos y material para que los comandos de ETA cometieran atentados, según dijo el ministro del Interior, Angel Acebes, tras las detenciones. En el registro practicado tras los arrestos, las Fuerzas de Seguridad francesas hallaron dos cartas-bomba y 448 kilos de clorato sódico con los que se podía haber fabricado explosivo para preparar una veintena de coches-bomba.
Sagarzazu Gómez, de 28 años, cuenta con números antecedentes por terrorismo urbano y, según Interior, fue detenido en 1996 por este tipo de acciones y, tres años más tarde, en 1999, por formar parte de un comando legal de apoyo al denominado "comando Donosti". También fue concejal de Euskal Herritarrok en la localidad guipuzcoana de Itsasondo y en la actualidad pesaba sobre él una orden de búsqueda y detención dictada por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Mientras, Illarramendi Zabaleta, de 36 años, es "un veterano" miembro de ETA y huyó a comienzos de los años noventa a Hispanoamérica, donde residió en varios países, el último de ellos en México, desde donde regresó a Francia, en 1999, para integrarse en la estructura logística de ETA.
