
L D (EFE) Esa es la conclusión del informe pericial elaborado por el instituto armado después de que el menor Gabriel M.V., alias "El Gitanillo", declarara en esas fechas ante el juez de menores de la Audiencia Nacional que el ex minero José Emilio Suárez Trashorras no sólo facilitó los explosivos a los autores del 11-M, sino también la metralla para aumentar la capacidad destructiva de los artefactos. Según su declaración, cuando el marroquí Jamal Ahmidam, "El Chino", acudió a la mina a recoger la dinamita, Suárez Trashorras le dijo: “no os olvidéis de coger las puntas y tornillos”.
Pocos días después de esa declaración, la Guardia Civil revisó la Mina Conchita, donde encontró varios paquetes de dinamita goma 2 inservibles y que alguien había dejado allí “por negligencia o descuido” y recogió muestras de puntas, tornillos y tierra.
Los análisis realizados posteriormente han determinado que la metralla colocada en los artefactos que explotaron el 11 de marzo en los trenes de cercanías en las estaciones madrileñas de Santa Eugenia, El Pozo y Atocha no es la misma que la que se encontró en la explotación minera. Fuentes de la investigación se inclinan ahora por considerar que la expresión de “puntas” supuestamente empleada por Suárez Trashorras se corresponda con el término que en el argot minero se utiliza para designar a los detonadores.
Hay que recordar que el ex minero permanece en prisión incondicional desde el pasado 22 de marzo, cuatro días después de su detención, acusado de pertenencia o colaboración con organización terrorista, terrorismo en relación con el hurto o robo de sustancias explosivas, 190 asesinatos consumados, 1.430 en grado de tentativa y 4 delitos de estragos terroristas. Por su parte, Gabriel M.V., quien durante su declaración admitió haber trasladado en uno de los autocares que cubre la línea entre Asturias y Madrid, por orden de Suárez Trashorras, una bolsa con explosivos, fue internado el pasado 16 de junio por tres meses prorrogables a otros tres en un centro de menores asturiano.
Pocos días después de esa declaración, la Guardia Civil revisó la Mina Conchita, donde encontró varios paquetes de dinamita goma 2 inservibles y que alguien había dejado allí “por negligencia o descuido” y recogió muestras de puntas, tornillos y tierra.
Los análisis realizados posteriormente han determinado que la metralla colocada en los artefactos que explotaron el 11 de marzo en los trenes de cercanías en las estaciones madrileñas de Santa Eugenia, El Pozo y Atocha no es la misma que la que se encontró en la explotación minera. Fuentes de la investigación se inclinan ahora por considerar que la expresión de “puntas” supuestamente empleada por Suárez Trashorras se corresponda con el término que en el argot minero se utiliza para designar a los detonadores.
Hay que recordar que el ex minero permanece en prisión incondicional desde el pasado 22 de marzo, cuatro días después de su detención, acusado de pertenencia o colaboración con organización terrorista, terrorismo en relación con el hurto o robo de sustancias explosivas, 190 asesinatos consumados, 1.430 en grado de tentativa y 4 delitos de estragos terroristas. Por su parte, Gabriel M.V., quien durante su declaración admitió haber trasladado en uno de los autocares que cubre la línea entre Asturias y Madrid, por orden de Suárez Trashorras, una bolsa con explosivos, fue internado el pasado 16 de junio por tres meses prorrogables a otros tres en un centro de menores asturiano.
