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ANUNCIADO POR ETA EN “GARA”

La Guardia Civil retira restos de una bomba de ETA en una empresa de Navarra

A través de un comunicado publicado en el diario “Gara”, ETA ha reconocido que colocó una bomba en una empresa de Navarra el 29 de noviembre, cuando, en efecto, se registró una explosión, pero se atribuyó a una acumulación de gases. Ahora, la Guardia Civil ha retirado muestras para analizarlas. Al parecer, la banda criminal atacó a esta empresa como chantaje por no pagar el que llaman “impuesto revolucionario”.

L D (Agencias) Agentes especializados en explosivos se trasladaron en la mañana de este viernes a una granja de la empresa Uvesa, situada en Arguedas (Navarra), después de que apareciera publicado un comunicado de ETA en el diario “Gara” donde la banda criminal se atribuía la colocación de un artefacto en dicha empresa el pasado 29 de noviembre. Más tarde, los agentes han abandonado la compañía con diferentes muestras para ser analizadas. Aunque la delegación del Gobierno declinó facilitar información, el alcalde de Arguedas, José Antonio Rapún (de Unión del Pueblo Navarro), ha explicado que los especialistas "han recogido posibles restos de un artefacto y ahora lo tendrán que confirmar".

Según el alcalde, el pasado 29 de noviembre, fecha en la que según el comunicado de ETA fue colocado el artefacto, "hubo una explosión en esta granja pero entonces se achacó a una acumulación de gases en el silo del pienso". El alcalde añadió que, al publicarse este viernes en el diario "Gara" un comunicado de ETA en el que insistía en la colocación de un artefacto explosivo en este lugar y en aquella fecha, desde primeras horas de la mañana la Guardia Civil comenzó una inspección para verificar la existencia de la bomba. Finalmente, los agentes recogieron unas muestras y restos de lo que pudo ser un posible artefacto que ahora deberán ser analizados.

El alcalde consideró probable que se verifique la hipótesis del atentado, puesto que también el 29 de noviembre explotó un artefacto en la empresa Ultracongelados Virto de Azagra, de cuya colocación se responsabilizó ETA. Tanto en este caso como en el de Uvesa, la banda terrorista achaca los artefactos, en sus comunicados, a la negativa de ambas empresas a pagar su chantaje, que los criminales denominan “impuesto revolucionario”.

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