L D (Agencias) El otro etarra ha sido identificado como Zigor Orbe Sevillano, condenado en 2000 a 17 años de prisión por la Audiencia Nacional de Madrid por la quema de un autobús en la localidad vizcaína de Basauri, en 1996, y que se fugó mientras estaba en libertad condicional. Orbe, que figura en la lista de la Unión Europea de terroristas buscados, habría estado en Venezuela antes de llegar a Francia.
Nacido el 22 de marzo de 1979 en Pamplona, Esparza Ortega estaba reclamado por la justicia por delitos relacionados con el terrorismo callejero. En un principio se pensó que su identidad correspondía a la de Zunbeltz Larrea Azpiri, también con antecedentes policiales relacionados con la violencia callejera, aunque finalmente las autoridades francesas han confirmado su verdadera identidad.
Nacido el 22 de marzo de 1979 en Pamplona, Esparza Ortega estaba reclamado por la justicia por delitos relacionados con el terrorismo callejero. En un principio se pensó que su identidad correspondía a la de Zunbeltz Larrea Azpiri, también con antecedentes policiales relacionados con la violencia callejera, aunque finalmente las autoridades francesas han confirmado su verdadera identidad.
Los agentes siguen buscando la vivienda de los etarras, que siguiendo las consignas de la dirección terrorista se han negado a declarar ante la Policía. En casos de terrorismo, los detenidos pueden permanecer un máximo de 96 horas bajo custodia policial antes de pasar a disposición judicial.
Los dos terroristas, que iban armados, no opusieron resistencia y se presentaron como miembros de ETA cuando se entregaron a la Gendarmería tras una persecución. Después de que eludieran un control de velocidad, fueron perseguidos por los agentes unos 20 kilómetros, hasta que finalmente fueron alcanzados en un atasco. La policía descubrió matrículas falsas, así como herramientas para robar coches en el vehículo en el que viajaban, que también llevaba las placas falsificadas. El coche había sido robado en el departamento de Eure. Antes de su detención tuvieron tiempo de quemar una agenda con direcciones y teléfonos.
Los dos terroristas, que iban armados, no opusieron resistencia y se presentaron como miembros de ETA cuando se entregaron a la Gendarmería tras una persecución. Después de que eludieran un control de velocidad, fueron perseguidos por los agentes unos 20 kilómetros, hasta que finalmente fueron alcanzados en un atasco. La policía descubrió matrículas falsas, así como herramientas para robar coches en el vehículo en el que viajaban, que también llevaba las placas falsificadas. El coche había sido robado en el departamento de Eure. Antes de su detención tuvieron tiempo de quemar una agenda con direcciones y teléfonos.
