
(Libertad Digital) Nueva entrega de los Agujeros Negros del 11-M de Fernando Múgica en El Mundo. Esta novena entrega se centra en una de las piezas más importantes, y a la vez desconocidas de la trama, Carmen Toro, esposa de Emilio Suárez Trashorras y hermana de Antonio Toro, los hombres que manejaban todo el trapicheo de drogas, armas y explosivos, "que servían a los intereses de la Policía", de la que eran confidentes, y que han sido imputados por el juez Juan del Olmo en los atentados.
“¿Quién protege a Carmen Toro?" –se pregunta Múgica en esta información–. "Nadie entiende que pueda estar libre una persona tan directamente involucrada con los implicados en el 11-M". Según sabemos por las informaciones del diario de Pedro J. Ramírez, Carmen Toro fue un pieza clave en el enlace entre la banda de Avilés y los marroquíes que compraron los explosivos con los que perpetraron los atentados.
La información de El Mundo revela como a través de un informe de la Guardia Civil se ha conocido que los fallos durante la Operación Pipol en 2001 permitieron a Carmen Toro llevar a la localidad asturiana de Cogollo los explosivos que almacenaban en Avilés. Mientras, la Policía se conformaba con realizar el registro de un garaje en el que se encontraron con 16 cartuchos de Goma 2 Eco de 26 por 200 milímetros, 94 detonadores eléctricos, dos armas cortas con munición abundante y dos pistolas de fogueo, además de droga, 90 kilos de hachís.
Las nuevas revelaciones de El Mundo explican que, según el mencionado informe de la Guardia Civil enviado al instructor de la causa, el juez Del Olmo, la Policía no realizó un registro adecuado del garaje durante la Operación Pipol. Estos fallos en el registro permitieron que Carmen Toro trasladara la dinamita que almacenaban hasta un hórreo en Cogollo. Los encargados de la Policía se habrían conformado con seguir las indicaciones del hermano de Carmen, Antonio Toro, que les llevó hasta un garaje alquilado en Avilés.
