
(Libertad Digital) La asociación no ha dudado en pedir que se cumpla íntegramente la Ley de Partidos. "Quien no sepa convivir pacíficamente, debe ser expulsado de la sociedad, ingresando en prisión. Matan por la espalda al no tener valor para enfrentarse a un guardia civil a la cara", asegura.
Para la Unión de Guardias Civiles se puede hacer más para homenajear a "cada una de las víctimas que han dejado su vida para que los demás disfrutemos de libertad". "Pedimos al Gobierno, al Parlamento y a la Federación de Municipios, que regulen mecanismos para el reconocimiento perpetuo de cada una de las víctimas que han dejado su vida para que los demás disfrutemos de libertad. Consideramos que algo tan nimio como la concesión de una calle a cada una de estas víctimas, no debería ser un pacto complicado en la Federación de Municipios. Para las víctimas y sus amigos sería un recuerdo imperecedero", dicen los miembros de la asociación.
La asociación se ha mostrado molesta con el hecho de que la bandera de España no estuviera a media asta en muchos lugares. De hecho desde esta asociación dicen que "aunque parezca una nimiedad, muchos no entendían cómo, con un cadáver en vela, las banderas de España, símbolo de la libertad que defendía quien dio su vida, ondeaban en el vértice más alto del mástil. Si alguien dio su vida por nuestra libertad, y esa libertad la simboliza la bandera, queremos que dicho símbolo permanezca a media asta, como reconocimiento a quien dio su vida. Ayer no se entendía como, mientras la bandera de España cubría el féretro, en señal de luto, la misma enseña ondeaba alegre al viento en cada cuartel de la Guardia Civil, en la plaza de Colón, etc".
Han responsabilizado de este hecho tanto al Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero como a los mandos de la Guardia Civil que no recomendaron al Ejecutivo que se izara la bandera a media asta. Llevamos nuestro dolor y sufrimiento por dentro y no sería preciso exteriorizarlo por evidente, pero que no se comparta el mismo, de modo oficial, denota poca sensibilidad con los guardias civiles, que siempre se han caracterizado por una absoluta lealtad, hasta con evidente riesgo para su integridad física, en el servicio a todos.
La Guardia Civil sigue llorando la muerte de su compañero Juan Manuel Piñuel aunque a su vez continúa con su lucha incansable contra ETA. Sin embargo, los agentes quieren denunciar las deficiencias que hacen que su servicio no se pueda desarrollar como debiera de las que ya se hizo eco Libertad Digital. De este modo, la Unión de Guardias Civiles ha emitido un comunicado en el que avisan de las deficiencias en los protocolos de seguridad en las casas cuartel del Instituto Armado y que provoca que ETA pueda atentar con más facilidad.
