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REBAJA TRAS RECONOCER LAS ACUSACIONES

Los etarras de la caravana de la muerte, condenados a penas máximas de 22 años de cárcel

Los tres etarras acusados de integrar la denominada "caravana de la muerte" con destino a Madrid, compuesta por dos furgonetas-bomba con unos 1.745 kilos de explosivos, reconocieron los hechos en un juicio en el que el fiscal rebajó su petición de condena con la conformidad de la defensa.

L D (EFE) El Ministerio fiscal de la Audiencia Nacional, que había solicitado 25 años de prisión para cada uno de los tres integrantes del autodenominado "comando Basurde" de ETA -Igor Martínez de Osaba, Alicia Saez de la Cuesta y José María Novoa-, rebajó, al elevar a definitivas sus conclusiones provisionales, a 22 años la pena que pide para los tres procesados a los que acusa de los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas y tenencia de explosivos.

Asimismo, y con la conformidad del letrado de la defensa, el fiscal decidió solicitar una pena de seis años para el cuarto procesado Victor Goñi por un delito de pertenencia a banda armada, y cinco años de prisión y multa de 18 meses con una cuota diaria de 3 euros para el último procesado Roberto Eziolaza, por un delito de colaboración. En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal había solicitado siete años de cárcel para estos dos últimos procesados.

Este hecho se produjo después de que tanto los tres miembros del comando como Goñi y Eziolaza reconocieran a preguntas del fiscal los hechos que les imputaba el representante del Ministerio Público, y que fueron leídos por la secretaria de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional al inicio de la vista oral. Así, los tres miembros del "comando Basurde" admitieron que el 19 de diciembre de 1999 se trasladaron en el vehículo de Novoa a las localidades francesas de Dax y Luchon, donde un dirigente etarra les entregó una furgoneta Citroen "Jumper" con 950 kilos de cloratita, 50 de dinamita y 300 gramos de amonita, así como otra furgoneta Peugeot "Boxer" con 688 kilos de cloratita, 50 de dinamita y 300 gramos de cloratita, ambas con matrículas falsas.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, que hoy elevó a definitivas, los miembros del comando debían trasladar ambas furgonetas-bomba a Madrid para colocarlas al día siguiente, el 20 de diciembre, a las 18.00 horas, según les fue ordenado por la dirección de la banda terrorista. Sin embargo, los terrorista no llegaron nunca a la capital española, porque ese día la Guardia Civil detuvo a Novoa a quien pararon mientras conducía por la N-II en dirección Madrid por la provincia de Zaragoza, al no llevar el distintivo de transporte necesario en la furgoneta Citroen, siendo descubierta la carga, tal y como hoy confirmaron varios agentes de la Benemérita

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