
L D (Agencias) El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, tendrá que esperar a después de la Semana Santa para saber si vuelve a entrar en prisión. Ésta vez por cometer un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo durante un homenaje al terrorista de ETA José Miguel Beñarán, "Argala", el 22 de diciembre de 2003 en la localidad vizcaína de Arrigorriaga. Durante la celebración del mismo, colocó un clavel rojo junto a la imagen de "Argala" y dijo que éste era una persona "con acertada visión de futuro y adecuados y ajustados planteamientos a favor de Euskal Herría".
Tras quedar visto para sentencia el juicio, en un par de semanas se conocerá la sentencia. En el alegato final, el fiscal jefe en funciones de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, ha mantenido su petición de 15 meses de cárcel para el portavoz de los ilegalizados como autor de un delito de enaltecimiento del terrorismo, al elevar a definitivas sus conclusiones provisionales por considerar que en el juicio ha quedado acreditado que "Argala" era dirigente de la organización terrorista ETA y que el acto que se celebró en torno a su persona, en contra de lo que dijo el acusado, "no fue un acto político sino de homenaje".
Por su parte, la abogada de Otegi, Jone Goirizelaia, pidió la libre absolución del dirigente de la ilegalizada Batasuna y se preguntó por qué el fiscal sólo le acusaba a él de un delito de enaltecimiento del terrorismo por haber participado en ese acto y no a las 200 o 400 personas que también depositaron flores ante la imagen de "Argala" y, fundamentalmente, a las cinco que, como su defendido, participaron activamente en el mismo. Preguntado por su abogada Jone Goirizelaia, Otegi explicó que fue "un acto de recuerdo" a "una persona asesinada por los aparatos del Estado español" en un periodo de convulsión y que gozaba de "derechos civiles y políticos" como resultado del indulto que otorgó el Estado en 1978 a los etarras. En todo momento, defendió que el acto no fue ni mucho menos un homenaje a un terrorista sino “un acto político electoral”.
Además, el líder batasuno señaló que "se aprovechó la oportunidad" para que "la izquierda abertzale tuviera voz" para presentar "una propuesta política" de cara a las elecciones de 2004. Goirizelaia llegó a invocar hasta 1.000 irregularidades que en su opinión se han dado en esta nueva vista contra su cliente. En el receso, el propio Otegi lo vio exagerado y se dirigió así a su abogada: "Vaya chorreo que te has metido. Si me metes a mí ese chorreo te meto en la cárcel".
El juicio ha tenido un receso de un par de horas para que el traductor de euskera tradujese con "tranquilidad" un artículo del diario Gara propuesto por el fiscal. Otegi contó con varios testigos, entre los que se encontraba la abogada de la formación ilegalizada Arantza Zulueta, el hermano de "Argala", Pablo Beñarán, y Pablo Gorostiaga, procesado en el sumario 18/98, con los que Otegi llegó a las 09:15 horas en un microbús a la Audiencia Nacional, junto con José Luis Elkoro y su letrada.
