L D (EFE)
Se trata de los españoles José Cándido Sagarzazu Gómez y José Miguel Illaramendi Zabaleta, de 28 y 39 años respectivamente, y del francés Claude Récart, de 34, natural de Bayona. Según el ministro español del Interior, Angel Acebes, formaban el "núcleo operativo logístico" de ETA en Francia. Además de por asociación de malhechores con fines terroristas (delito penado con un máximo de diez años de prisión) también fueron procesados por extorsión de fondos, por receptación en banda organizada de robo a mano armada, aparentemente en un garaje, lo que es castigable con hasta 30 años de prisión, de robo con fractura, y de robo.
También fueron inculpados por tenencia, porte y transporte de armas en reunión, infracción a la legislación sobre explosivos, tenencia de falsos documentos administrativos y uso de falsas matrículas de coche. Debido a la categoría de los delitos por los que han sido procesados, tendrán que ser juzgados por un tribunal especial de lo criminal. Tras su procesamiento por la juez antiterrorista parisiense Laurence Le Vert, comparecieron ante el juez de las libertades y la detención, que dictó su ingreso en prisión, tal como había pedido la Fiscalía.
El minucioso registro de la vivienda de Cahors, a unos 100 kilómetros de Toulouse, donde los tres presuntos etarras fueron arrestados el pasado miércoles al alba y que ocupaban desde comienzos de mes, duró dos días. La policía encontró 448 kilogramos de clorato sódico, material que mezclado con otros productos sirve para la fabricación artesanal de explosivos, una cantidad suficiente, según la lucha antiterrorista española, para 20 coches bomba. Los agentes también encontraron dos cartas bomba, con sistemas de activación pero sin sustancia explosiva ni destinatario, media docena de armas largas o cortas, una troqueladora, varios juegos de matrículas de coche falsas y vírgenes, y un equipo informático completo para fabricar documentación falsa. También se halló una abundante documentación, en soporte informático y de papel.
Sagarzazu, de 28 años y ex colaborador del "comando Donosti" de ETA, estaba huido de España desde 2000 y había sido condenado a cinco años de prisión por colaboración en banda armada. Illaramendi, de 39 años y descrito por Acebes como un "veterano miembro de ETA" que se fugó a Latinoamérica en los años 90, volvió a Francia en 1999, según fuentes de la investigación. Recart, de 34 años, supuestamente ligado al movimiento juvenil radical proetarra, habría pasado a la clandestinidad en 2000 y se ocupaba de proveer infraestructura mediante el alquiler de viviendas y otras tareas de apoyo, agregaron las fuentes judiciales.
El arresto, que elevó a casi 30 las detenciones de supuestos miembros o colaboradores de ETA en Francia en lo que va de año y era fruto de la colaboración entre la policía francesa y la Guardia Civil, respondió a una operación ordenada por la juez Le Vert.
También fueron inculpados por tenencia, porte y transporte de armas en reunión, infracción a la legislación sobre explosivos, tenencia de falsos documentos administrativos y uso de falsas matrículas de coche. Debido a la categoría de los delitos por los que han sido procesados, tendrán que ser juzgados por un tribunal especial de lo criminal. Tras su procesamiento por la juez antiterrorista parisiense Laurence Le Vert, comparecieron ante el juez de las libertades y la detención, que dictó su ingreso en prisión, tal como había pedido la Fiscalía.
El minucioso registro de la vivienda de Cahors, a unos 100 kilómetros de Toulouse, donde los tres presuntos etarras fueron arrestados el pasado miércoles al alba y que ocupaban desde comienzos de mes, duró dos días. La policía encontró 448 kilogramos de clorato sódico, material que mezclado con otros productos sirve para la fabricación artesanal de explosivos, una cantidad suficiente, según la lucha antiterrorista española, para 20 coches bomba. Los agentes también encontraron dos cartas bomba, con sistemas de activación pero sin sustancia explosiva ni destinatario, media docena de armas largas o cortas, una troqueladora, varios juegos de matrículas de coche falsas y vírgenes, y un equipo informático completo para fabricar documentación falsa. También se halló una abundante documentación, en soporte informático y de papel.
Sagarzazu, de 28 años y ex colaborador del "comando Donosti" de ETA, estaba huido de España desde 2000 y había sido condenado a cinco años de prisión por colaboración en banda armada. Illaramendi, de 39 años y descrito por Acebes como un "veterano miembro de ETA" que se fugó a Latinoamérica en los años 90, volvió a Francia en 1999, según fuentes de la investigación. Recart, de 34 años, supuestamente ligado al movimiento juvenil radical proetarra, habría pasado a la clandestinidad en 2000 y se ocupaba de proveer infraestructura mediante el alquiler de viviendas y otras tareas de apoyo, agregaron las fuentes judiciales.
El arresto, que elevó a casi 30 las detenciones de supuestos miembros o colaboradores de ETA en Francia en lo que va de año y era fruto de la colaboración entre la policía francesa y la Guardia Civil, respondió a una operación ordenada por la juez Le Vert.