L D (EFE)
Los dos pistoleros a sueldo de EAT', Ignacio Javier Bilbao Goikoetxea y Unai Bilbao Solaeche están también acusados en otro sumario del asesinato del concejal socialista de Orio Juan Priede, en 2002, y supuestamente tenían previsto atentar contra un ertzaina, un oficial del Ejército, un concejal del PP, los tres residentes en San Sebastián, y un supuesto narcotraficante de Fuenterrabía.
Según el auto de procesamiento, en 2001, Bilbao Goikoetxea y Bilbao Solaeche, a los que el juez también procesó este martes por los delitos de depósito de armas y tenencia de explosivos, constituyeron en Francia el autodenominado “comando Bakartxo”, tras lo que regresaron a España con la "intención de integrase en el Donosti", compuesto a su vez, de grupos satélite. Uno de ellos, el “Piperrak” estaba compuesto por Ekaitz Aramendi Urteaga y Eider Ijurco Ruiz, quienes prestaban su piso de la localidad de Ibarra a los miembros de la banda y se encargaban de elaborar informaciones sobre objetivos contra los que atentar.
El segundo, el grupo “Zuzen”, lo constituían Aritz Saez Insausti, Eneko Aguirresarobe Olagoy y Xangarin Recondo Serrano, estos dos últimos huidos, quienes se encargaban de pasar información y servir de apoyo a los dos miembros del “Bakartxo” en sus acciones. Por último, el grupo “Tupy” estaba integrado por Pedro Cano Hernández y el huido Asier Eceiza Aterra, quienes tenían la misma función que sus compañeros del “Zuzen”.
Además, otras cinco personas -Gregorio Escudero, Emilio Salaberria, Miren Usua, Joseba Iturbe y Aitor Soto-, a las que el juez ha procesado por un delito de colaboración con banda armada, prestaban apoyo a los dos miembros del grupo “Bakartxo”.
Escudero y Salaberria, quienes supuestamente mantuvieron al menos una cita con el dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, “Susper”, actuaban como "lanzadera" en los desplazamientos de ambos activistas, además de facilitarles lugares para ocultar explosivos y vehículos sustraídos y para prácticas de tiro. Por su parte, Miren Usúa les alquiló un piso en San Sebastián, la misma función que le fue encomendada a Iturbe, mientras que Soto se encargó de buscar la infraestructura para la contratación de pisos francos, además de facilitarles información sobre objetivos de la banda.
En el auto, el juez ordena la detención a efectos de extradición de los tres huidos y anuncia que el próximo 8 de mayo notificará su procesamiento a los seis miembros del “complejo Donosti” que se encuentran en prisión, así como a sus cinco supuestos colaboradores.
Según el auto de procesamiento, en 2001, Bilbao Goikoetxea y Bilbao Solaeche, a los que el juez también procesó este martes por los delitos de depósito de armas y tenencia de explosivos, constituyeron en Francia el autodenominado “comando Bakartxo”, tras lo que regresaron a España con la "intención de integrase en el Donosti", compuesto a su vez, de grupos satélite. Uno de ellos, el “Piperrak” estaba compuesto por Ekaitz Aramendi Urteaga y Eider Ijurco Ruiz, quienes prestaban su piso de la localidad de Ibarra a los miembros de la banda y se encargaban de elaborar informaciones sobre objetivos contra los que atentar.
El segundo, el grupo “Zuzen”, lo constituían Aritz Saez Insausti, Eneko Aguirresarobe Olagoy y Xangarin Recondo Serrano, estos dos últimos huidos, quienes se encargaban de pasar información y servir de apoyo a los dos miembros del “Bakartxo” en sus acciones. Por último, el grupo “Tupy” estaba integrado por Pedro Cano Hernández y el huido Asier Eceiza Aterra, quienes tenían la misma función que sus compañeros del “Zuzen”.
Además, otras cinco personas -Gregorio Escudero, Emilio Salaberria, Miren Usua, Joseba Iturbe y Aitor Soto-, a las que el juez ha procesado por un delito de colaboración con banda armada, prestaban apoyo a los dos miembros del grupo “Bakartxo”.
Escudero y Salaberria, quienes supuestamente mantuvieron al menos una cita con el dirigente etarra Ibon Fernández Iradi, “Susper”, actuaban como "lanzadera" en los desplazamientos de ambos activistas, además de facilitarles lugares para ocultar explosivos y vehículos sustraídos y para prácticas de tiro. Por su parte, Miren Usúa les alquiló un piso en San Sebastián, la misma función que le fue encomendada a Iturbe, mientras que Soto se encargó de buscar la infraestructura para la contratación de pisos francos, además de facilitarles información sobre objetivos de la banda.
En el auto, el juez ordena la detención a efectos de extradición de los tres huidos y anuncia que el próximo 8 de mayo notificará su procesamiento a los seis miembros del “complejo Donosti” que se encuentran en prisión, así como a sus cinco supuestos colaboradores.