L D (EFE) El hasta hace dos meses jefe del Departamento de Informática del Ayuntamiento vizcaíno de Amorebieta ha denunciado la campaña de persecución emprendida por los sectores más radicales del PNV para apartarle de sus funciones. El motivo, dice Andoni Undalu Garaigordobil, es que pese a identificarse con el PNV no comparte el giro radical dado por Ibarretxe y es considerado “un traidor”. Undalu ha explicado que las presiones del PNV comenzaron tras las elecciones de mayo. Los peneuvistas cambiaron a su candidato y, tras acceder a la alcaldía, comenzó una persecución ideológica.
La última amenaza, tras una auditoria secreta sobre su trabajo al frente del Departamento de Informática del Ayuntamiento, es la posible suspensión de empleo y sueldo dos años. De momento, está apartado de su puesto. Una circunstancia que en el último pleno ya denunció en PSE; el alcalde lo desmintió y explicó que había sido desplazado por su “incompetencia profesional”. Tras más de veinte años desempeñando esa función, a la accedió por oposición, no había recibido hasta ahora quejas por su trabajo.
Unzalu, que en enero de 2002 fue señalado por los radicales en decenas de octavillas amenazantes, es columnista del diario El Correo y presidente de la fundación de apoyo al euskera y la cultura vasca Aurten Bai. Pese a las represalias, sigue denunciando que en el PNV “reina un autoritarismo que no ha habido nunca y, a cualquiera que tiene la más mínima postura crítica, se le zumba como a Joseba Arregi, que ha sido desterrado de todos los sitios. Yo conozco a gente del PNV en Diputación y en el Gobierno vasco, a quienes también se les está haciendo la vida imposible, porque no comparten la línea oficial”.
