
(Libertad Digital) Con mucha menos expectación periodística, la segunda jornada del juicio se abrió con la declaración de Youssef Belhadj, conocido como "Abu Dujan El Afgani" y para el que la Fiscalía pide 38.656 años de prisión. Excepcionalmente, la sesión se ha celebrado en viernes aunque a partir de la próxima semana el juicio se desarrollará de lunes a miércoles en sesiones de mañana y tarde.
El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, dirigió sus primeras palabras a Endika Zulueta, abogado del procesado que declaró este jueves. Le pidió disculpas por si pudo incomodarle alguna de sus intervenciones y anunció que la declaración de este acusado se retomará el 26 de febrero, en vez del próximo lunes, como se anunció anteriormente.
A continuación, Gómez Bermúdez leyó las imputaciones que pesan sobre Youssef Belhadj, que se limitó a apuntar que se negaba a contestar a la Fiscalía y las acusaciones y que sólo respondería a su abogado. Lo mismo hizo este jueves "El Egipcio", que pese a haber anunciado que no respondería a ninguna pregunta, al final contestó a las que le formuló su defensa. También negó tener relación alguna con los hechos y condenó la masacre. Su declaración quedó interrumpida para que tanto el procesado como su abogado escucharan las conversaciones que la policía italiana le grabó. Unas conversaciones en una cárcel de Italia en las que al parecer se jactaba de haber ideado la masacre.
Tras más de una hora de interrogatorio por parte de la defensa, sólo al final llegaron las preguntas más directamente relacionadas con las imputaciones que pesan sobre él. Negó que pertenezca a Al-Qaeda, red de la que la acusación le considera portavoz en Europa. También rechazó que reivindicara el atentado y que sea un islamista radical: "Soy un musulmán normal", se definía. Y condenó los actos terroristas como el del 11-M, "todos los actos de este tipo". Sobre las declaraciones de su sobrino, que según la acusación reconoció que su tío le había confesado que pertenecía a Al-Qaeda, explicó que esa declaración se produjo bajo presión y que nunca confesó algo así porque no es cierto. Al término del interrogatorio el presidente del tribunal ordenó un receso de media hora. La sesión se retomó con la lectura de la parte del sumario que recoge la declaración judicial de Belhadj.
Sólo intervino cuando le preguntó su abogado. Negó que pertenezca al Grupo Combatiente Marroquí y dijo que este grupo ni siquiera existe. También negó cualquier implicación en el 11-M. Al atentado se refirió como "un crimen" y se preguntó qué tipo de persona pueda apoyar una cosa así. Como los otros dos procesados que declararon antes, condenó la masacre. El presidente del tribunal censuró las preguntas del abogado que requerían la opinión de El Haski sobre la "guerra santa". "No tiene que dar su opinión, pase a otra pregunta", la pidió Gómez Bermúdez al letrado.
Tras la declaración de Hassan ha comenzado la comparecencia de Jamal Zougam, considerado uno de los autores materiales del 11-M. Ha sido el primero de los procesados que ha aceptado responder a la Fiscalía, que solicita para él 38.654 años de prisión. Zougam ha negado que conociera a "El Tunecino" y a "El Chino", dos de los islamistas que supuestamente se suicidaron en Leganés y considerados también autores materiales del 11-M. Cuando Olga Sánchez le preguntó cómo se dirigió a la estación de Alcalá de Henares para colocar los explosivos, Zougam ha respondido que a esas horas "estaba durmiendo, si estoy durmiendo no puedo desplazarme a ningún sitio". "¿Tiene explicación de que le hayan reconocido cuatro personas en los trenes?", le ha preguntado la fiscal. "Si me han visto por la televisión, es normal, te vuelven a reconocer. Hay un testigo que declaró que me vio poner la mochila en el piso de abajo y se puso en el piso de arriba", ha replicado. 

