El "Grupo de los 14", el "G-14", desoyó las amenazas tanto de UEFA como de FIFA y formalizó en Madrid su constitución como asociación. El papel del fútbol español no es baladí; Florentino Pérez sucede a Lorenzo Sanz como presidente, y Joan Gaspart ejercerá, a partir de ahora, el cargo de portavoz.
La UEFA ha insistido reiteradamente en que el asociacionismo choca frontalmente con sus estatutos... ¿Qué quiere decir?... Teóricamente Gerhard Aigner debería borrar del mapa a Real Madrid, Barcelona, Inter, Juventus, Milán, Bayern de Munich, Ajax, Liverpool o Manchester... Esto es; lo más granado del fútbol europeo a lo largo del siglo que ahora acaba.
El "G-14" quiere cuadrar el círculo: no aboga públicamente por la ruptura con la UEFA, y al mismo tiempo está dispuesto a dar pasos claros hacia su independencia definitiva. Por ejemplo, el próximo lunes mantendrán una reunión con Mario Monti, comisario europeo para la Libre Competencia, a propósito de los contratos de los jugadores.
La fuerza está claramente del lado de los clubes; son ellos quienes pagan a las estrellas, ponen los estadios, ceden graciosamente a sus jugadores para que representen a sus países, movilizan a los aficionados... Hace tres años "Media Partners" propuso poner en marcha una Liga europea al margen del máximo organismo del fútbol continental; un guiño millonario al que dieron calabazas por un plato de lentejas. Entonces ganó la UEFA, aunque todo el mundo era consciente de que la pelea era a quince asaltos. Estamos en el tercero, y los "uefos" andan ya groggy por el cuadrilátero.
Será cuestión de tiempo, pero al final se hablará de la reunión del pasado viernes como la que acabó con el control totalitario de la UEFA. Los clubes han cumplido los dieciocho y quieren volar del nido.

G-14 versus UEFA
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