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Alberto Míguez

El ejército bolivariano

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, intentará asumir un protagonismo principal en la Cumbre Iberoamericana que se celebra en Panamá el viernes y sábado próximo, disputándoselo a Fidel Castro. Chávez presentará una serie de propuestas que sus asesores consideran “muy novedosas porque se inspiran en el pensamiento del Libertador Simón Bolívar”, de quien se considera heredero y legatario.

El ex comandante propondrá en Panamá la creación de lo que él llama una “Confederación Iberoamericana de Naciones”, algo que sin duda chocará con la llamada “Comunidad Iberoamericana de naciones”, un término utilizado desde la Cumbre de Guadalajara (1991) y que ya había hecho fortuna. Pero el presidente venezolano quiere ir más allá; propondrá la creación de “un instrumento militar” que permita a las naciones iberoamericanas arreglar en familia los problemas de seguridad que les afectan.

Este “Ejército iberoamericano” llevaría a cabo labores de paz y desarrollo, operaciones de interposición entre ejércitos o guerrillas, misiones en tiempos de paz ante catástrofes naturales o grandes desastres, inundaciones, terremotos, etc. No intervendría, en cambio, en otras labores más delicadas como la lucha contra el crimen organizado, la llamada “violencia política”, el terrorismo o el narcotráfico, etc.

Previa a la constitución de esta fuerza de intervención iberoamericana (“cascos verdes”), Chávez propuso ya el pasado mes de octubre durante la Conferencia de Defensa de las Américas, celebrada en la ciudad brasileña de Manaos, la disolución del TIAR (Tratado de Asistencia Recíproca). Este, en principio, “cubre” a todos los países del continente y compromete también a Estados Unidos, aunque hasta ahora ha demostrado su inocuidad e ineficiencia, según el presidente venezolano.

Para Chávez el Tratado es un instrumento más de EEUU para domeñar a los iberoamericanos, y la creación de esas fuerzas armadas multinacionales en el seno de la futurible Confederación de Naciones de Iberoamérica sería el correlato lógico del proyecto global imaginado por Bolívar hace dos siglos. Así lo expondrá el presidente venezolano en Panamá aunque el entusiasmo que pueda suscitar entre sus pares parece limitado.

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