Probablemente hasta el último minuto no se logrará un acuerdo pesquero entre Marruecos y la Unión Europea, si es que se logra algo. Los negociadores marroquíes, expertos en el último minuto, han repetido la suerte consistente en llevar al contrario hasta el borde del precipicio cuando no hay ya tiempo para nada: precisamente lo que temía el presidente Aznar hace un año y así lo anunció ante el primer ministro Yussufi que miraba hacia otro lado. Cada palo debe ahora aguantar su vela. Al gobierno español, una vez más, lo madrugaron los moros.
Pero por primera vez parece que la parte española lleva la lección bien aprendida: el margen de concesiones es limitado y las aspiraciones marroquíes de un acuerdo de dos años, más dinero por las licencias, 50 por ciento menos de buques cefalopoderos faenando en el banco canario-sahariano y descarga exclusiva en puertos del reino alauita, parecen a estas alturas el sueño de una noche de invierno.
Marruecos parece dispuesto solamente a ceder en un segmento de pesca que a España interesa por su potencial contenido social: la artesanal del Sur .
Las negociaciones de este fin de semana constituyen el último regateo que el gobierno marroquí puede ofrecerse. A Marruecos, por supuesto, le interesa y mucho el dinero de la pesca, máxime cuando la situación social y económica del país es crítica a causa de la sequía de los últimos tres años. A España le interesa también un acuerdo, pero no a cualquier precio y en cualquier condición. Se trata de evitar la revuelta de los pescadores del Sur (Andalucía y Levante) y de Galicia (Morrazo).
En esta ocasión todo está preparado para un fracaso, que ni se excluye ni se teme. Los mensajes más o menos secretos enviados en los últimos días por el gobierno marroquí al comisario Fischler apuntan en una dirección: el acuerdo es posible pero ustedes deben sudar la camiseta. Chalaneo, regateo, marujeo y trapicheo en la más pura ortodoxia del zoco y del mercadillo.
Construir unas relaciones “excelentes” y “fraternales” como repite Piqué hasta la saciedad, no es fácil con estos usos y abusos.
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