El Dr. Cavallo ha fichado a Carlos Solchaga como asesor para ayudarle a salir de la crisis. Una razón más para la desconfianza. Pero hay otras. También copia de los experimentos de Solchaga el título de su plan de competitividad (el de Solchaga, publicado en junio de 1991, 16 meses antes de la primera devaluación de la peseta, se denominaba "Pacto Social de Progreso", pero se vendió con el subtítulo "Pacto de Competitividad") y la amnistía fiscal de los socialistas, creo recordar que de 1990, que permitió el perdón penal y fiscal al defraudador de cualquier tributo que comprara deuda pública al tipo de interés del 2% (cuando en el mercado los tipos eran entre el 12 y el 14%) por un importe equivalente de la base impositiva que hubiera defraudado y la mantuviera en su poder creo que por cinco o seis años.
En 1991, cuando Solchaga publica el "pacto de competitividad", la economía española se deterioraba a ojos vistos por el efecto simultáneo del tipo de cambio fijo, los altos tipos de interés, el aumento del déficit público, por el de la deuda pública y por el del déficit de la balanza por cuenta corriente.
Cavallo quiere mejorar el original e introduce un impuesto sobre las transacciones financieras del 0,25% (parece que ésta es la cifra definitiva), con el objetivo de recaudar 6.000 millones de dólares al tiempo que prohíbe los pagos de más de 1.000 dólares en metálico. Y como sabe que el punto más débil de su plan es la paridad fija con el dólar, sube los aranceles de los bienes de consumo con el Mercosur hasta el 25% y deja caer que dentro de dos o tres años el tipo de cambio del peso se debería fijar no con el dólar, sino con una cesta de monedas más "estables".
No creo que le dé tiempo. La asesoría de Solchaga puede precipitar los acontecimientos.
Cavallo y Solchaga: un dúo temible
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