Helmut Kohl retorna. Tras el cierre en marzo del sumario abierto contra él por la financiación ilegal de la CDU y el pago simbólico de 300.000 marcos (unos 25 millones de pesetas), no había vuelto a ocupar titulares. Ahora retorna, con todo su peso, a librar la que será su última batalla política.
Lo hace esta vez de la mano de su nuevo protegido, Frank Steffel, al que obsequia con su apoyo para que encabece la lista de la CDU en las elecciones anticipadas de Berlín. Pero, más que respaldo, de lo que se trata es de eliminar del juego al que fuera su antiguo delfín, Wolfgang Schäuble, cuyo nombre se barajaba hasta hace poco como favorito y del que hoy es acérrimo enemigo. En el seno de la CDU no hay unanimidad para respaldar a Schäuble. Primero le piden que se presente a las elecciones, el hombre postrado en su silla de ruedas por un atentado asiente y luego le vuelven la espalda.
Lo cierto es que todavía hay un sumario abierto contra Schäuble por su vinculación con 100.000 marcos de dinero negro procedente de la venta de armas y también que, después de todo lo que ha pasado, el partido necesita renovarse. Aunque quizás la maniobra de elegir a un cabeza de lista de 35 años y que es presidente del grupo parlamentario desde sólo hace un mes, sea un tanto arriesgada.
Ocurre que tienen tanto pánico los democristianos a que una coalición “rojirroja” gobierne Berlín, y tan mala imagen el partido por sus repetidos escándalos de financiación ilegal, que no queda otra alternativa que apostar por una cara nueva, la de Steffel. Al menos es tan bien parecida como la cabeza de lista por el SPD, el recién elegido alcalde gobernador de Berlín y jefe del ejecutivo en funciones, Wowereit.
Eliminar las viejas lacras todavía llevará un tiempo y, más aún, si Kohl se mete en la batalla electoral porque, aunque el ex canciller reconozca que la CDU necesita renovarse, no pierde ocasión de arrebatarle protagonismo a su cachorro. Mientras Steffel era presentado como nuevo candidato en rueda de prensa, Kohl soltaba frases lapidarias a los medios a sólo unos metros de la sala de prensa: “Los comunistas son fascistas teñidos de rojo y hay que hacerles frente cueste lo que cueste. Estoy preparado para entrar en la batalla electoral”.
Cuesta abandonar los vicios y Kohl padece “protagonitis aguda crónica”.
Kohl vuelve
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