Sostiene Pereira

¿Cómo funcionará el cerebro? ¿Y por qué almacenará durante años unas imágenes y no otras? Por ejemplo: recuerdo como si fuera ayer el primer top-less que vi en mi vida. El hecho se produjo delante de mis narices adolescentes en la playa de Benidorm. No les dije nada a mis padres, pero saboreé cada instante y, gracias a Dios, no logro olvidarme de aquello. Por ejemplo: tengo grabada en mi cabeza una escena de la película Espartaco que dirigió Stanley Kubrick, justo cuando Kirk Douglas salta por encima de las rejas que le mantenían prisionero. Por ejemplo: en un derbi entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, alguien le lanza un bote de cerveza a Luiz Pereira. Este, parsimonioso y sonriente, lo recoge del suelo y lo apura hasta la última gota. Desde entonces el defensa brasileño fue mi ídolo. Y ahora Lu(i)z Pereira llega de nuevo a España para entrenar al filial del equipo rojiblanco.

¿Por qué el paréntesis en la "i" de Luiz? Yo creo que la "i" sobra, está de más. Pereira debería haberse llamado Luz y no Luiz. Luz Pereira. Luz porque, tal y como yo lo recuerdo, este libre (no podía haber sido otra cosa salvo eso, libre) brasileño, tenía como profesional del fútbol una misión en la vida: sacar siempre, conscientemente ajeno a cualquier otra circunstancia, el balón controlado desde atrás. Lo recibía de las manos de Miguel Reina, o de los pies de José Luis Capón o Panadero Díaz, y él se tomaba a pecho jugar la pelota. ¿No es bonito?. "Jugar". Hoy ya no se juega, y viendo algunos partidos pienso que ni siquiera se disfruta. Hoy se sufre. Y Pereira jugaba la pelota. Nunca le vi dar un patadón y tente tieso. Ya no quedan defensas como Lu(i)z Pereira.

Cuando llegó con Joao Leivinha, el Atlético de Madrid cambió como de la noche al día. Sin olvidar, claro, al ratón Ayala y José Eulogio Gárate, el “Di Stéfano colchonero". Yo creo que aquel ha sido el mejor Atlético de toda la historia, con Luis, como ahora, sentado en el banquillo. Aquella conexión Pereira-Leivinha dio muchas alegrías a los atléticos, y marcó una nueva época en el fútbol español. Y Lu(i)z creó escuela: del defensa recio y del "¡a mí, Sabino, que los arrollo!", se pasó al fino estilista. Después de Pereira, y seguramente influenciados por él, vinieron los Bonet, Tendillo, Maceda... A partir de ahora el Atlético B jugará mucho, ya lo verán, para el centro del campo. Probablemente con sólo tres defensas. Sostiene Pereira que para ganar "hay que jugar por abajo". Y creo que tiene toda la razón del mundo. Por arriba se juega al baloncesto.

• Compartir
• Tuitear
• Enviar
• Enviar