Un grupo de accionistas de AOL Time Warner, la compañía que ha protagonizado el último episodio del culebrón de escándalos contables en Estados Unidos, ha decidido demandar a la empresa por mentir en las previsiones de negocio que realizó. Su ejemplo debería seguirse en todo el mundo.
Los accionistas son los verdaderos propietarios de las empresas, no los directivos. Sin embargo, en los últimos años, los ejecutivos acumularon en sus manos mucho poder, a pesar de que el porcentaje de capital que les respaldaba solía ser muy bajo. En consecuencia, el equipo directivo hacía y deshacía a sus anchas sin tener que rendir cuentas realmente a unos accionistas que, en muchos casos, no podían ejercer efectivamente los derechos propios de su condición de dueños de las empresas. De esta forma, ha habido ejecutivos que lo han hecho bien y los accionistas se han beneficiado de ello en forma de mayores dividendos y subida de la cotización de sus títulos, pero de otros, en cambio, no se puede decir lo mismo. Eso les llevó a falsear las cuentas de la empresas, con el fin de esconder los errores de su gestión y evitar un desplome de la cotización que, al final, se ha visto inevitable y ha provocado enormes pérdidas a los tenedores de títulos que no se habrían producido de haberse conocido la verdad desde un primer momento. Por tanto, es lógico que ahora los accionistas pidan cuentas, incluso antes los tribunales.
Lo mismo vale para aquellas compañías que, como AOL Time Warner, mintieron en sus perspectivas de negocio. En el mundo anglosajón, del que Estados Unidos forma parte, hay una importante cultura de transparencia empresarial, de forma que si una empresa dice que sus previsiones de negocio son unas determinadas, la Bolsa se lo cree y valora a la compañía en consecuencia porque el castigo que impone el mercado a quien no cumple lo que ha dicho públicamente porque ha faltado a la verdad es muy duro. Por ello, los inversores confían en que si una empresa dice que va a ganar tanto o cuanto dinero, eso es cierto y compran acciones de la compañía ante la perspectiva de beneficios que se presenta ante ellos. Lo que ha hecho AOL Time Warner ha sido romper las reglas del juego al seducir a los inversores con promesas falsas y, como es lógico, los accionistas, que han perdido bastante dinero en las últimas semanas, han respondido en consecuencia con una demanda.
Éste debería ser un ejemplo a seguir porque todo lo que suponga controles sobre los directivos por parte de la propiedad siempre es bueno, ya que acabará con las prácticas de gestión sin control y disparatada que ha caracterizado a muchas empresas en los últimos años y ha terminado con la actual crisis de confianza en las bolsas de todo el mundo y con importantes pérdidas para los accionistas.

Un ejemplo a seguir

En Portada
Servicios
- Radarbot
- Curso
- Inversión
- Securitas
- Buena Vida
- Reloj Durcal