Menú

¿Es creíble el presupuesto?

Todos los años por estas fechas suenan las mismas canciones: el Gobierno entona la de las bondades del presupuesto para los próximos ejercicios y la oposición se arranca por la de que el proyecto de cuentas públicas no es creíble. Septiembre de 2003 no es una excepción, pero ahora concurren circunstancias excepcionales que llevan necesariamente a preguntarse si el presupuesto para el próximo ejercicio es creíble o no.
Para dar una respuesta completa habría que esperar a conocer el proyecto, que será presentado el próximo miércoles por la mañana. Pero, con los datos actuales, ya se puede adelantar algo.

Uno de los puntos de partida del presupuesto es una previsión de inflación del 2% en 2003. Sin embargo, ese es un dato del que se puede prescindir porque, desde 1999, la estimación de IPC del Gobierno es siempre la misma ya que se agarra a que ese es el objetivo del Banco Central Europeo para toda la zona del euro y, con esa excusa, nunca facilita sus verdaderos cálculos para no generar expectativas inflacionistas que quiebren la moderación salarial. Por tanto, se puede dar por sentado que el objetivo de precios no se va a cumplir el próximo ejercicio, y más si hay una guerra con Irak que encarezca el precio del petróleo. Otra cosa es si la inflación va a tender a ese nivel del 2%. Los cálculos que maneja internamente el Ejecutivo señalaban que, a final de 2003, la tasa de aumento del IPC rondaría el 2,4%. Ahora la cuestión es saber si ese dato sigue siendo válido o si, por el contrario, terminará por encima de dicho porcentaje. Ello dependerá de la intensidad y duración del impacto de la crisis de Irak sobre la cotización del crudo y de la evolución del euro y de la política monetaria del BCE en los próximos meses. Si la moneda única no se debilita frente al dólar y el banco sube los tipos de interés, el objetivo podría lograrse; si el precio del crudo se dispara, la inflación entonces podría terminar cerca del 3%.

Otra cosa es el crecimiento económico. El Gobierno estima que el PIB aumentará el 3% en 2003 y sobre esa base se ha construido el presupuesto. Pero muchos analistas ponen en duda si se podrá alcanzar ese porcentaje. Ello depende de varios factores. El primero de ellos es la evolución de la economía norteamericana. El dato de producción industrial de agosto, que registró una caída del 2,4%, suscitó el temor de que la recuperación fuera muy débil e, incluso, de que se pudiera volver a la recesión. Pero el índice de la Reserva Federal de Filadelfia, que mide la evolución de la actividad industrial, creció el 2,6% en septiembre, lo que unido a un mejor dato de lo esperado en las demandas de empleo sugiere que la recuperación estadounidense podría estar iniciándose si la subida del petróleo no acaba con ella y perjudica también a la reactivación de la economía española.

Luego está la propia marcha de la economía española. Según el Banco de España, la recuperación se iniciará en el segundo semestre de 2002, a partir de unas tasas de crecimiento del PIB del 2%. Por consiguiente, la actividad productiva debería ir a más en nuestro país el próximo ejercicio. Otra cosa es al ritmo al que lo haga, de lo que dependerá que el crecimiento sea o no del 3%. Pero, para lograrlo, hay dos elementos en el presupuesto que hay que tener en cuenta: la rebaja del IRPF que entrará en vigor el 1 de enero y el incremento en más del 8% de la inversión pública en infraestructuras. Ello facilitaría. Todo apunta, por tanto, a que la economía española crecerá en 2003 más que en 2002. Que se llegue o no al 3% dependerá del entorno internacional, sobre todo del petróleo. Pero el objetivo parece alcanzable y, en consecuencia, el presupuesto es creíble.

En Portada

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal