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Víctor Llano

Cubanos en Madrid

Según las últimas cifras difundidas por la Comunidad de Madrid, hasta el 31 de octubre de este año, sólo 7.403 cubanos de los muchos que viven en la provincia han regularizado su situación y poseen el documento que les acredita como residentes. Sin embargo, son muchos más los que, “sin papeles”, esperan que pasen tres años para obtener la residencia en España y poder reclamar a los hijos que —por ser menores de edad— Castro no les permitió salir de la isla. Los cubanos residentes en nuestro país son los que más uso hacen de una ley que supuestamente permite la reunificación familiar y que el Gobierno castrista sólo respeta cuando no le queda más remedio. A los chantajistas jamás les resulta fácil desprenderse de sus rehenes. Saben que mientras se encuentren en su poder continuarán sirviéndose de los dólares que los que huyeron hacen llegar a la isla para que sus hijos no se mueran de hambre. Nadie se beneficia tanto como Castro de las dificultades que en España padecen los que escaparon de la isla cárcel y quieren regularizar su situación.

Los residentes cubanos que viven en Madrid son muy pocos si los comparamos con 125.288 ecuatorianos, 67.556 colombianos, 43.921 marroquíes, 27.908 rumanos, 24.159 peruanos, 18.362 dominicanos, 11.793 argentinos, 11.596 chinos, 11.359 polacos y 9.590 búlgaros. Desde el año 1991 hasta 1996, los extranjeros residentes en la comunidad madrileña pasaron de ser 60.000 a sumar 90.000; sin embargo, cinco años después, desde 1996 a 2001, la cifra se multiplicó de tal manera que los residentes extranjeros en la capital de España son ya 600.000. Todos los meses llegan a Madrid 10.000 nuevos inmigrantes, sin embargo, muy pocos de ellos son cubanos. Desde el pasado 15 de marzo el Gobierno de José María Aznar les niega el asilo humanitario. Las autoridades españoles se asustaron cuando comprobaron que a lo largo de todo el año 2001 llegaron a 3.000 los cubanos que pidieron asilo humanitario en Madrid. Ahora les exigen una visa de tránsito para aterrizar en el aeropuerto de Barajas o les devuelven al país del que intentaron huir. Nada les importa que una vez en Cuba el régimen comunista cubano les persiga por haber intentado escapar.

Afortunadamente, no todos los responsables del Partido Popular se muestran indiferentes ante el sufrimiento de los que quieren respirar fuera de la prisión grande. Tomás Vera Romeo, director general de Inmigración, Cooperación al Desarrollo y Voluntariado de la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, intenta que en España encuentren refugio todos los que no se resignan a vivir bajo la bota del coma-andante. A continuación reproducimos tres fragmentos de la entrevista que nos concedió:

Libertad Digital: ¿Qué opinión le merece que las autoridades españolas nieguen el asilo humanitario a los pocos cubanos que consiguen salir de la isla y llegar a Madrid?

Tomás Vera Romeo: Me produce muchísima indignación que haya un gran número de políticos españoles que consideran que Cuba es una especie de paraíso en el que se disfrutan todas las libertades. Muchos de mis compañeros son incapaces de asumir que los cubanos que solicitan refugio en España huyen de una tiranía asesina. Estoy cansado de decirlo, pero mis jefes políticos no lo entienden. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para ser capaces de reconocer a los cubanos como víctimas de una tiranía asesina. No debemos obligarles a regresar a la dictadura de la que huyeron. Cuando no se le permite la entrada en España a un peruano y se le devuelve a su país, éste, una vez de regreso en Lima, no es perseguido por su Gobierno. Sin embargo, a los cubanos que devolvemos a la isla los condenamos a ser víctimas de la venganza de un régimen que los marcará para siempre por haber intentado escapar.

L D: De muy poco les sirve que España sea el país que más invierte en Cuba.

T. V. R.: De las inversiones españolas en la isla no se benefician los cubanos, de ellas sólo obtiene beneficios el régimen que las utiliza para financiar su tiranía. Los obreros que trabajan para las empresas mixtas que operan en Cuba reciben un miserable sueldo en pesos, mientras el Gobierno de Fidel Castro se queda con la mayor parte de su salario en dólares. Ni siquiera se les permite entrar en los hoteles que han construido. Imagínese que a los españoles se les negara la entrada a un hotel de Marbella y que a éste sólo tuvieran acceso los extranjeros. Tendríamos que ponernos en el lugar de los cubanos y no querer para ellos lo que nosotros no estamos dispuestos a tolerar. A los españoles no nos puede resultar indiferente el sufrimiento de los que desde hace más de cuarenta años viven sometidos por Fidel Castro y sus cómplices.

L D: Quizás el Gobierno español debiera establecer un cupo de entrada para que al menos algunos cubanos puedan encontrar asilo humanitario en nuestro país.

T. V. R.: ¿Por qué hemos de hacer una lista? ¿A quiénes dejamos fuera y a quiénes le brindamos refugio? Desgraciadamente nunca serán muchos los que consigan escapar de la tiranía comunista cubana, pero a todos ellos les debemos ofrecer asilo humanitario.

El presidente de la Comunidad de Madrid, miembro de la Ejecutiva del Partido Popular, haría bien en escuchar al que ha nombrado director general de Inmigración. Los cubanos se lo agradecerían. No hace muchos meses, Alberto Ruiz Gallardón viajó a Miami y les exhortó a que olvidaran su dolor y miraran hacia el futuro. El candidato a la alcaldía madrileña se olvida de que los que huyen de la tiranía castrista no necesitan de sus consejos y sí de su auxilio. En cualquier caso todos debemos alegrarnos de que al menos a Tomás Vera Romeo no le resulte indiferente el sufrimiento ajeno. Quizás algún día consiga convencer a Alberto Ruiz Gallardón y a Ana Botella.

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