El único fracaso en la gestión de Florentino Pérez al frente del Real Madrid puede ser su obstinación –que no sé si al final encontrará premio o castigo– a la hora de sostener al precio que sea a Joan Gaspart como presidente del Barcelona. Sí, porque es de todo el mundo conocido que una moneda debe tener dos caras, y si el Madrid es el anverso, el Barcelona tiene que ser obligatoriamente el reverso. Ahora mismo el euro cae siempre del mismo lado, del de Florentino. F.P. feliz. F.P. dichoso. Y lo que le tiene que sentar incluso peor a Gaspart, F.P. contenido, muy en su papel de "hombre de Estado", negándose a bailar la conga con sus jugadores en el hotel de Yokohama.
Siempre sostuve que Florentino retenía a Gaspart al frente del Barcelona (me atrevería a decir que incluso contra su voluntad) porque le venía muy bien al Real Madrid, pero ahora empiezo a vislumbrar también cierto complejo de culpabilidad en el presidente madridista. Y es que ninguno de los dos era aún presidente de sus respectivos cuando F.P. empezó ya a hacerle la puñeta a Joan. En realidad, Florentino le ha robado a Gaspart sus ideas (pocas) deportivas, y cuando ahora mismo Figo y Ronaldo tendrían que lucir la camiseta azulgrana, resulta que ambos bailan, agarraditos de la cintura, celebrando la obtención de la tercera Copa Intercontinental merengue. ¿Cabe mayor muestra de canibalismo futbolístico? Florentino ha querido a Gaspart como se le quiere a un hermano, pero ahora mismo da toda la sensación de que su caída es libre.
Yo me pongo en el lugar de ese hombre, obligado por el "seny" a redactar un telegrama de felicitación al Madrid, y es que no duermo oiga, no pego ojo. La conspiración se completa si pensamos en lo que los abogados del club (¡qué imaginación por Dios!) han alegado para evitar el cierre del Nou Camp, y en lo que el propio Van Gaal dijo el otro día, reconociendo "falta de calidad" en la plantilla. Si a ello le añadimos que los peñistas –unidos contra el presidente– echan de sus reuniones a los directivos, el cuadro está completo. Entiendo que Florentino recele de Lluis Bassat, o de quien esté llamado a sustituir a Gaspart, porque es mejor lo malo conocido, pero... La vida es así de cruda y ciudades deportivas más altas cayeron.
Florentino Pérez necesita vivo al Barcelona para vender más camisetas de Ronaldo. Hay quien a eso le llama "política". A F.P. le conviene un Barcelona peleón, y el actual llega ya con los brazos caídos de antemano. No hay color. Por eso, llegado el caso, seguro que al presidente del Madrid no le importaría lo más mínimo pedirle la sustitución a Convergencia i Unió. Por eso y porque las constantes vitales deportivas de Joan ya no dan para más. Fue bonito mientras duró.

Fue bonito mientras duró
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