Menú
Alberto Míguez

El muro de la discordia

El primer ministro israelí no cedió ni un ápice en el complicado e impopular asunto del muro de Cisjordania que separará en el futuro a palestinos e israelíes. Y Bush prefirió avalar el proyecto rociando las palabras de Sharon con amables y corteses expresiones de amistad y solidaridad. El problema del muro es su visibilidad y la carga histórica negativa que porta. La tentación de añadirle el perifollo de “la vergüenza” es irresistible pero son muy pocos los israelíes que en el momento actual se avergüenzan de semejante proyecto. Otra cosa es que avergüence a las minorías pacifistas y a ciertos sectores del laborismo crepuscular. Pero Israel es un país democrático donde la mayoría se impone a los disidentes de toda laya. Exactamente lo contrario de lo que sucede en el mundo árabe donde la disidencia se premia con el patíbulo.

El muro se levanta, dijo Sharon, para “defender a los ciudadanos de las actividades terroristas” y ese lenguaje sí lo comprende la gente del común. Es evidente que la autoridad palestina, Arafat o Abu Mazen no puede, no quiere o no sabe acabar con el terrorismo de inspiración islámica o irredentista. El terrorismo seguirá con o sin “Hoja de Ruta”: lo dicen los propios dirigentes de Hamas, la Yihad islámica y otros grupos criminales. Las treguas son siempre tácticas y duran muy poco. La historia más reciente lo demuestra de sobra.

Es evidente que la liberación por Israel de los siete mil prisioneros palestinos recluidos por actividades relacionadas con el terrorismo no reducirá el riesgo ni aumentará la seguridad de Israel: todo lo contrario. Es evidente, también, que este muro de la discordia no mejorará tampoco la imagen de Israel y su Gobierno en Europa (en el mundo árabe esa batalla está perdida) y otras zonas del mundo. Estas evidencias no avalan la construcción del muro pero cuando de muros se trata conviene contemplarlos desde la doble perspectiva de un lado y otro. No se trata de justificar nada sino de entender las razones que mueven a Israel para embarcarse en esta aventura.

En Internacional

    0
    comentarios