Tiempo habrá de analizar los apoyos a los que tendrá que recurrir José Luis Rodríguez Zapatero para lograr la mayoría que le otorgue la presidencia del Gobierno. De esa composición puede depender o no la continuidad de nuestro actual modelo constitucional. Ahora, sin embargo, sólo cabe comentar el monumental vuelco electoral que, contra todo pronóstico, ha dado la victoria al Partido Socialista por dieciséis escaños de diferencia sobre el Partido Popular.
Fuimos los primeros y tal vez los únicos que dimos la voz de alarma ante la campaña de perfil bajo llevada a cabo por los asesores del candidato popular. Sería, sin embargo, completamente injusto atribuir a esa falta de nervio electoral unos resultados tan inesperados para ellos como para nosotros.
Nosotros creemos que el intento de genocidio simbolizado en los 200 asesinados y más de mil heridos en el brutal ataque terrorista de Madrid, y la salvaje manipulación del Partido Socialista y sus dominantes medios de comunicación que han acusado al gobierno de ocultar información sobre la autoría de la masacre–Rubalcaba le acusaba literalmente de mentir la misma noche de la jornada de reflexión- han influido de forma decisiva para movilizar el voto a favor del Partido Socialista.
Tiempo habrá para saber con certeza quien está detrás de esta masacre. Lo que esta inalcanzada certeza ni ningún resultado electoral podrán refutar jamás es que Aznar ha sido en estos cuatro años el mayor y más combatiente opositor de esos terroristas que –sean quienes sean- han sembrado Madrid de cadáveres. Es la política del señor Aznar, ya sea la referente a Irak o al País Vasco, la que los terroristas han querido castigar. La mayoría de los españoles –no nos engañemos- han hecho lo mismo con su partido creyendo que así apaciguarán a la bestia.
Las urnas son sagradas y en Libertad Digital siempre aceptaremos su veredicto. Pero eso no significa que demos la razón a la mayoría. De hecho, hoy son mayoría los que no comparten nuestras razones.