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Víctor Llano

Más de lo mismo: nada

Se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos y George Bush se acuerda de Cuba para tratar de arañar hasta el último voto que pueda encontrar entre los exiliados residentes en Florida. El gobierno estadounidense anunció este jueves que adoptará nuevas medidas en contra del régimen de Fidel Castro. La iniciativa parte de una Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre. Según Roger Noriega, subsecretario de estado para Asuntos Hemisféricos, las nuevas sanciones se pondrán en "práctica de inmediato". Por supuesto siempre antes de que se celebren las elecciones que es lo que realmente les interesa.
 
Y es que por mucho que hoy intenten complacernos con nuevas y recurrentes sanciones, todos sabemos que el gobierno norteamericano jamás hará nada realmente importante en contra de Castro hasta que no le quede más remedio. Sólo una masiva invasión de balseros les obligaría a actuar en la Prisión-grande. El coma puede dormir tranquilo mientras consiga controlar la inmigración que EE.UU. no está dispuesta a consentir.
 
A los estadounidenses únicamente les preocupa su propia seguridad. El sufrimiento de los cubanos les resulta ajeno. Lo demuestra el hecho que después de 45 años de tiranía el presidente del país más poderoso del mundo anuncie nuevas sanciones en contra de un grupo de mafiosos que se mantiene en el poder gracias a la indiferencia internacional y a la represión más brutal de la que es capaz.
 
Ahora, en vísperas de unas reñidísimas elecciones, la administración estadounidense se compromete a limitar las remesas de dólares que los exiliados envían a sus familiares rehenes en la Isla de las doscientas cárceles. No van a cambiar muchos las cosas. El coma-andante, con más o con menos divisas, conseguirá sobrevivir gracias al esfuerzo de los que –siempre víctimas- huyeron de él para trabajar para él. Las nuevas restricciones económicas a los que verdaderamente afectará será a sus familiares.
 
Si de verdad Bush quisiera hacer daño al régimen de Castro habría suprimido las remesas de dólares en su totalidad. Pero no se lo puede permitir. Sabe que si hubiera adoptado esta medida provocaría una masiva oleada de balseros. Ya tiene bastantes problemas en Irak. A los cubanos les toca esperar a que de un modo u otro desaparezca su verdugo. Después de 45 años de tiranía no debieran olvidarlo. Mientras Cuba no signifique un peligro real para Estados Unidos ningún presidente norteamericano hará nada por ellos.
 
En cualquier caso, esperemos la respuesta de Castro. El tipo está como una cabra y es capaz de cualquier cosa. Ya ha dicho Pérez Roque que entre las nuevas sanciones existen dos que no se han hecho públicas y que tienen que ver con planes de agresión a Cuba. No es cierto. Juzguen ustedes. Son estas las decisiones más importantes:
 
- Limitan las remesas trimestrales de 300 a 225 dólares por persona y a familiares directos.
 
- Restringen de 164 a 50 dólares diarios la suma que los viajeros puedan gastar en Cuba.
 
- Circunscriben las visitas familiares a la Isla a un viaje cada tres años.
 
Más de lo mismo. Cambiar un poco para no cambiar nada. Pura propaganda que únicamente busca votos cubanos en Florida.

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