Menú
Como prócer es mínima tu estofa,
como líder mundial eres un pufo
y como presidente sueltas tufo
a charlatán de feria. Fin de estrofa.
 
Lo malo es que no causas más que mofa,
que cada vez te vuelves más tartufo,
que lo de tu talante suena a bufo,
y que es tu idiosincrasia más bien fofa.
 
Tu blablablá de Europa es una estafa;
tu credo es aguachirle de garrafa;
tu táctica, evitar el rifirrafe.
 
Lo malo es que presumes de gran jefe
cuando no llegas más que a mequetrefe.
Y lo peor –¡lagarto!– es que eres gafe.
0
comentarios