Desde la explosión de Internet, Microsoft se está caracterizando por llegar tarde a todas las novedades tecnológicas, para luego abrazarlas al estilo oso, quedándose con la parte del león del mercado. Si Internet Explorer es el ejemplo más evidente, reciemente hemos visto otros: los blogs, las aplicaciones de búsqueda en los ordenadores personales o, metiéndonos en asuntos más técnicos, el uso de XML para los formatos de archivo de Office. Casi parece que recibir interés por parte de la compañía de Redmond significa que el interés en una tecnología concreta ha crecido lo suficiente, que ha adquirido su mayoría de edad. O, en algunas ocasiones, que ya alcanzó la madurez hace tiempo y los de Bill Gates temen quedarse demasiado atrás.
En vista de que estaba perdiendo terreno en el mercado de los navegadores demasiado rápidamente, Microsoft sacará este verano –o eso dicen– la versión 7.0 de su Internet Explorer, e incluirá en ella un lector de RSS. Actualmente se estima que un 10% de usuarios estadounidenses emplean uno de esos lectores, de modo que Microsoft llegará razonablemente pronto a este mercado, popularizandolo más allá de ese sector más avanzado de los internautas, los que emplean Firefox u Opera, son lectores asiduos de blogs y hablan de la red empleando un montón de palabras raras.
Es más, planean integrar RSS dentro del próximo Windows creando en el ordenador del usuario un repositorio común de acceso libre por parte de todas las aplicaciones de las suscripciones del usuario y sus archivos asociados (como fotografías o sonidos). Las aplicaciones no tendrían que preocuparse de la suscripción y recepción de nuevos elementos, sino que podrían usarlos sin más. Microsoft está pensando en el uso de esta característica para algo más que recibir noticias o anotaciones de bitácoras. Piensa en suscripciones a eventos que podría emplear la agenda electrónica, listas de deseos de Amazon para que una aplicación de Windows nos avise cuando la novia añada algo y así saber qué regalarle, a listas de los singles más populares para enterarnos de los éxitos nuevos y no parecer lo carrozas de en realidad somos, etcétera. Para poder integrar mejor este formato en Windows, Microsoft ha decidido ampliarlo pero, quizá insinuando una nueva política corporativa, ha pedido permiso para ello al creador de RSS y ha publicado el estándar bajo una licencia Creative Commons.